Quincy Promes, condenado a siete años de prisión en dos casos (aún pendientes de apelación), ha regresado a los Países Bajos. Ha sido extraditado desde los Emiratos Árabes Unidos.
Quincy Promes no ha sido noticia en el pasado por su rendimiento en el campo, sino por sus acciones fuera de él. En 2023, el Tribunal Penal de Ámsterdam lo condenó inicialmente a 18 meses de prisión por lesiones graves. Se le acusa de haber apuñalado a su primo en la pierna con un cuchillo durante una celebración familiar en 2020.
Menos de un año después, el tribunal volvió a declarar culpable a Promes, esta vez por su participación en un tráfico de drogas. Junto con sus cómplices, habría traficado más de 1350 kilogramos de cocaína a través del puerto de Amberes. En este caso, el tribunal le impuso una pena de seis años de prisión. El 50 veces internacional con la selección holandesa recurrió ambas sentencias.
Últimamente jugaba en el United FC, de la segunda división de los Emiratos Árabes Unidos
Sin embargo, Promes no cumplió sus posibles penas durante mucho tiempo. Durante sus condenas, estaba bajo contrato con el Spartak de Moscú y, por lo tanto, se encontraba en Rusia. Dado que no existe un tratado de extradición entre los Países Bajos y Rusia, Promes no pudo ser extraditado.
Pero el jugador, ahora de 33 años, dejó el Spartak el verano pasado y fichó por el United FC de Dubái, un equipo de segunda división. Existe un tratado de extradición limitado con los Emiratos Árabes Unidos, del que ahora ha hecho uso la justicia neerlandesa. Tras su detención la semana pasada, el futbolista fue extraditado a los Países Bajos en un avión fletado. Poco después de las 21:30 horas, el avión aterrizó en el aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol, según el portavoz de la fiscalía.
Promes permanecerá en prisión hasta que se dicten las sentencias definitivas en el proceso de apelación. «El tribunal ha decidido que el acusado presenta riesgo de fuga», afirmó el fiscal general Arend-Kees Kooij.
