Hoy hace 22 años tuvo lugar en Los Ángeles la «lucha de titanes». El británico Lennox Lewis se enfrentó a Vitali Klitschko en un combate legendario, cuyo controvertido resultado conmocionó al mundo del boxeo.
El 21 de junio de 2003 pasó a la historia de los deportes de combate. En la «lucha de titanes», un final sangriento dividió al mundo del boxeo.
En el ring del Staples Center de Los Ángeles se enfrentaron el campeón del CMB, la IBO y The Ring, Lennox Lewis, y el campeón de la OMB, «Dr. Ironfist» Vitali Klitschko, en un combate que deleitó a los aficionados al boxeo y dejó a Klitschko con un sabor agridulce.
Klitschko culpa al médico del ring
«Para mí está claro: la culpa es del médico del ring», declaró el ucraniano tras el combate de seis asaltos. El médico había considerado que el corte que sangraba profusamente sobre el ojo de Klitschko suponía un riesgo para su salud, por lo que el árbitro Lou Moret decidió finalmente suspender el combate. Sin embargo, en ese momento Klitschko iba ganando a Lewis por puntos.
En un principio, el esperado combate entre los dos campeones de boxeo, que por entonces solo habían sufrido una derrota en su carrera profesional, debía celebrarse más adelante en el año.
Se adelanta la «lucha de titanes»
El británico Lewis debía defender previamente su título IBO contra Kirk Johnson, mientras que Klitschko tenía programada una pelea previa contra Cedric Boswell antes del evento, y la gran pelea estaba prevista para diciembre.
Sin embargo, Johnson tuvo que cancelar la pelea por el título de la IBO debido a una rotura del músculo pectoral izquierdo, por lo que la «pelea de titanes» se adelantó seis meses con poca antelación. Para muchos, Vitali Klitschko era el claro perdedor, hasta que sonó el gong inicial.
Klitschko: «Me sentía invencible».
El ucraniano, que entonces tenía 31 años, intentó convencer a los aficionados de lo contrario con un comienzo ofensivo. A posteriori, declaró: «Me sentía invencible, estaba convencido de que no podía noquearme».
Ya al principio del combate, Klitschko logró conectar varios golpes en la cabeza de Lewis, que visiblemente desconcertaron al británico. En el segundo asalto, Lewis recibió un golpe contundente en la barbilla que lo hizo tambalearse momentáneamente.
Con los golpes en la cabeza, el ucraniano impresionó al británico, que parecía claramente noqueado y pudo salvarse en el descanso entre asaltos. Klitschko acumuló puntos, por lo que los dos primeros asaltos se le anotaron a su favor.
El asalto que lo cambió todo
Sin embargo, en el tercer asalto, Lewis, que entonces tenía 37 años, parecía otro. Unos diez segundos después de que la campana anunciara el inicio del tercer asalto, el británico conectó un duro derechazo. El golpe abrió una profunda herida sobre el ojo izquierdo de Klitschko, que sangraba profusamente.
«Al principio me quedé en shock al ver tanta sangre. Luego me dije: mantén la calma, hay que seguir adelante. Si no, mejor irme a casa a meterme bajo las mantas», declaró su esposa Natalia Klitschko al diario Der Spiegel.
Aunque Klitschko logró sobrevivir a dos asaltos más, en parte incluso dominándolos, el médico del ring, el Dr. Paul Wallace, se vio obligado a intervenir durante el sexto asalto debido a la herida sobre el ojo del ucraniano y a convencer al árbitro Lou Moret de que pusiera fin inmediatamente al combate.
Esta decisión causó revuelo en el mundo del boxeo
El Dr. Wallace justificó su decisión alegando que la visión de Klitschko ya no estaba garantizada, ya que el párpado hinchado y caído le tapaba la pupila.
Así, el combate se declaró victoria por K.O. técnico del británico. Pero ahí fue cuando empezó realmente el revuelo, ya que Klitschko iba ganando por puntos en ese momento.
Klitschko declaró tras el combate, visiblemente afectado: «He visto lesiones mucho peores. No quiero parecer un perdedor desagradecido, pero para mí está clarísimo: ¡la culpa es del médico del ring!». Además, subrayó: «Después del sexto asalto todavía estaba completamente fresco, pero él se desplomó en su taburete como un saco de patatas».
El exboxeador profesional de peso pesado Axel Schulz también compartió la misma opinión: «El árbitro tomó una decisión equivocada. Si acaso, debería haber detenido el combate un asalto antes, cuando la herida sangraba mucho. Más tarde, la herida ya casi había dejado de sangrar».
El público presente coreó cánticos a favor del ucraniano, que había demostrado su moral y convencido con su táctica ofensiva contra el campeón olímpico de boxeo de 1988. El comentarista de HBO Jim Lampley se sumó a esta opinión: «Vitali es el ganador del evento, el ganador de la noche, el ganador del público. 15 000 espectadores se han ido a casa como fans de los Klitschko».
No habrá revancha entre Klitschko y Lewis
E incluso el entrenador rival compartió este punto de vista. «Ha sido un combate muy, muy bueno. Vitali ha demostrado más de lo que esperaba. Lennox estaba bastante frustrado. No estaba bien preparado para este grandullón. Pero no tengo ninguna duda de que lo habría noqueado en el siguiente asalto», afirmó Emanuel Steward.
Sin embargo, Klitschko siguió decepcionado por el resultado deportivo. No se celebró la revancha que casi todo el mundo pedía. Al año siguiente, Lennox Lewis renunció a sus títulos y puso fin a su carrera deportiva. Esto no hizo más que consolidar el mito de la «lucha de titanes».
