Tras el final de su carrera tenística, Andy Murray probó suerte con el esquí. El resultado fue una historia embarazosa.
Con la raqueta de tenis en la mano, fue uno de los mejores jugadores de su generación, ganando entre otros dos Wimbledon y el oro olímpico. Sin embargo, en los esquís, Andy Murray no se lucía tanto. El británico, que puso fin a su carrera el año pasado, lo ha revelado en el podcast Sporting Misadventures.
En él habla de unas vacaciones de esquí que hizo recientemente con su familia. «Los dos primeros días fueron impactantes», dijo Murray. Al principio ni siquiera podía levantarse de los telesillas. «Mi mujer se negó a subir conmigo al telesilla porque era vergonzoso. Simplemente no podía levantarme», continuó el hombre de 37 años. Así que tuvo que subir con desconocidos que lo sacaron del telesilla.
«Me quedé atrapado en la montaña»
Pero la cosa se puso especialmente fea en las pistas: «El primer día me quedé atrapado en la montaña», cuenta Murray. Al final del primer día, el telesilla que debía llevarlo de vuelta a la montaña ya estaba cerrado. Sin embargo, había otro remonte un poco más abajo en la montaña. Así que su cuñado y él decidieron continuar hasta allí. «No sé esquiar, todavía no sabía cómo parar», subrayó Murray una vez más. Al principio estuvieron en una pista para principiantes, pero al final de la misma continuaron por pistas para esquiadores avanzados.
«Seguimos unos 400 o 500 metros y llegamos al remonte. Pero también estaba cerrado. El tipo que lo manejaba dijo que la única forma de seguir era bajar la montaña», describió Murray el dilema. Le dijo que no sabía esquiar, pero el empleado se limitó a repetir lo que él había dicho.
Murray intentó deslizarse sobre su trasero
«Le preguntamos cuánto faltaba y nos dijo que todavía quedaban unos tres kilómetros hasta abajo», dijo Murray. Como ya era tarde, la pista también estaba helada. «No tenía ni idea de cómo parar. Había bajado por una pista estrecha de 500 metros y pensé que si intentaba girar, saldría despedido por un lado de la pista. Así que, en principio, simplemente bajé la montaña en línea recta», describió Murray su aventura.
«Pasé a toda velocidad junto a mi cuñado, que sabe un poco de esquí, y solo grité: estoy en problemas. No sé cómo parar», dijo el excampeón de tenis. «Simplemente me tiré al suelo e intenté deslizarme hacia abajo con el culo, lo cual no funcionó muy bien. Al final llegué a un restaurante después de recoger los esquís y caminar».
«Fue un poco embarazoso».
«Allí los rescatistas tuvieron que sacarlo en una moto de nieve». Para él, fue una situación muy desagradable: «Los rescatadores están enfadados porque normalmente son los británicos borrachos los que se quedan atrapados en la montaña al final del día», relató. «Se supone que deben ayudar a las personas heridas, no a un idiota cualquiera que pensó que podría bajar la pista al final del día. Así que fue un poco embarazoso», dijo Murray.
Sin embargo, las vacaciones de esquí tuvieron un final conciliador para Murray. Al final del viaje, incluso pudo disfrutar del esquí y sus hijos se divirtieron mucho.
