Un día después de la esperpéntica Supercopa de Turquía, el Fenerbahce ha emitido un extenso comunicado en su defensa. La lucha contra el «injusto sistema futbolístico de Turquía» lleva dos décadas
El fútbol turco no da tregua. La final de la Supercopa contra su rival, el Galatasaray, suspendida el domingo por el Fenerbahçe al cabo de un minuto, también causó sensación a escala internacional.
Al día siguiente, el club emitió un comunicado de tres páginas que empezaba así: «El Fenerbahçe lleva 20 años luchando contra el injusto sistema futbolístico de Turquía». Para ello, el tradicional club utiliza «medios deportivos y legales».
El Fener no cree que sea una coincidencia que tres veces en las últimas siete temporadas se haya perdido el campeonato al final de la temporada. En particular, el partido contra el Denizlispor en mayo de 2006, que fue interrumpido varias veces, sigue persiguiendo al club casi 18 años después.
Además, el club fue «falsamente acusado de amaño de partidos por una organización terrorista infiltrada por el Estado en la temporada 2010/11 y tuvo que responder por ello ante los tribunales». Este litigio duró diez años antes de que se confirmara la inocencia del Fenerbahçe.
El vigente campeón de la Copa de Turquía sufrió «considerables pérdidas económicas y una reducción a la mitad del valor del club», y el comunicado del Fener aludía a una «trampa tendida». El hecho de que la Federación Turca de Fútbol retirara al club el derecho a participar en la Liga de Campeones durante dos temporadas «sin esperar al resultado del proceso judicial» sigue siendo motivo de incomprensión.
«Hacemos hincapié en que no hemos venido aquí para ganar «
Hace casi nueve años también se produjo un «incidente sin precedentes en la historia del fútbol mundial», cuando el autobús del equipo del Fenerbahçe fue tiroteado. Es revelador que, incluso en 2024, no se conozca a los autores.
Los acontecimientos más recientes han reventado ahora la espalda del camello. El Fenerbahçe cita el asalto al campo en el partido contra el Trabzon, que condujo a una asamblea general extraordinaria con una asistencia récord de 23.000 aficionados.
Se aprobó la resolución de aplazar de nuevo la final de la Supercopa debido a la proximidad de los cuartos de final de la Liga de Conferencias y de designar a un árbitro extranjero. El Fenerbahçe amenazó con enviar a sus propios sub-19 al partido si la Asociación Turca de Fútbol no cumplía estas exigencias.
Esto es lo que ocurrió finalmente el domingo, con cancelación incluida en el segundo minuto del partido. «Hacemos hincapié en que no hemos venido aquí para ganar, sino para defender la verdad, y en este día histórico para el fútbol turco, queremos subrayar nuestra postura», escribió Fenerbahce
Como «mayor club deportivo del mundo, con 30 millones de seguidores», el club se sintió obligado a posicionarse «contra la anarquía y la injusticia». Y quieren continuar esta lucha
