Desde que fue trasladado a la defensa, el capitán Emre Can está en plena forma en el Borussia Dortmund. Nico Schlotterbeck y el entrenador Niko Kovac también lo han elogiado.
El juego en las redes sociales no es nuevo, pero los nombres varían. El miércoles, Emre Can pudo celebrar que una lista de cosas que encontraría en su bolsillo después del partido en Lisboa: su teléfono móvil, monedas, la llave y Viktor Györkeres, el aclamado delantero del Sporting.
Y efectivamente, la imagen era acertada, porque el capitán del Borussia Dortmund había metido en el bolsillo al peligroso delantero en su intervención de unos 30 minutos, literalmente, al igual que al resto de la ofensiva de los anfitriones portugueses, que en realidad era muy peligrosa. «Emre lleva semanas jugando muy bien en su posición. También contra el Sporting lo hizo extraordinariamente bien contra los dos delanteros», elogió no solo su nuevo entrenador Niko Kovac.
El capitán ha dividido a la opinión pública durante años
Para el centrocampista titular, esta es una situación inusual en lo que va de temporada. Porque cuando se trataba de criticar a alguien en el a menudo inestable equipo de Dortmund, su nombre solía aparecer en primer lugar. Las opiniones sobre el capitán están divididas desde hace años. Para unos es un veterano luchador que ha adquirido experiencia y ganado títulos con clubes internacionales de primera línea como el Bayern, el Liverpool o la Juventus de Turín. Para otros, el jugador, natural de Fráncfort, tiene limitaciones técnicas y es una de las caras del BVB en crisis. Como suele ocurrir, la verdad está en algún punto intermedio.
Sin embargo, lo que está claro es que Can se ha estabilizado claramente en su rendimiento y va camino de convertirse en un fijo en la defensa central. «Si sigue así», dijo el entrenador Kovac, «seguro que es el que mejor desempeña el puesto en este momento». Para el nuevo entrenador, esto se traduce en algo así como un problema de lujo. Porque además del consolidado Nico Schlotterbeck y del en forma Can, también están a la espera de entrar en juego el recuperado Niklas Süle y Waldemar Anton, todos ellos potenciales internacionales alemanes.
En la actualidad, no hay forma de evitar al dúo Schlotterbeck/Can. Tanto en el 1-2 contra el Stuttgart como en el partido de ida de los play-offs de la Liga de Campeones, Can jugó de forma estable, salvo por un pequeño fallo contra el Sporting en el minuto nueve, que, sin embargo, no tuvo consecuencias gracias a la atenta ayuda de su compañero Schlotterbeck. Es evidente que al capitán del Borussia le ayuda estar mejor posicionado atrás, sobre todo poder mirar hacia delante y tener rutinas fijas con el balón. Puede dejar la construcción del juego a su talentoso compañero, ya que Can ha dejado de lado los driblings a veces descontrolados como mediocentro.
«Con Emre puedes jugar una cadena alta porque es rápido»
Y contra el balón se pone de manifiesto la dureza en el uno contra uno que ha tenido desde sus inicios en los campos de fútbol de Frankfurt, como en los duelos físicos con el delantero estrella del Lisboa, el portugués Gonçalo Guedes. Además, cubre bien la profundidad con su asombrosa velocidad. «Con Emre puedes jugar una cadena alta porque es rápido. Creo que lo hace bien con y contra el balón, tiene mucha velocidad», elogió Schlotterbeck, que sabe que “no lo ha tenido fácil”.
El traslado del centro del campo a la defensa, necesario debido a las numerosas bajas, fue una suerte para Can y el BVB. Además, ofrece a Kovac la posibilidad de cambiar a una defensa de tres, que ya había utilizado con frecuencia en sus anteriores etapas. En el bolsillo de Emre Can todavía queda mucho espacio.
