El SSC Nápoles ha ganado el cuarto Scudetto de su historia. Sin Antonio Conte, esto no habría sido posible, según afirmó convencido el capitán Giovanni di Lorenzo. El propio entrenador echó la vista atrás y valoró el duro trabajo realizado.
El verano pasado, el ambiente en Nápoles era aún sombrío. La temporada tras el tercer campeonato había terminado en un decepcionante décimo puesto. Antonio Conte debía dar el giro. Apenas once meses después, está claro: fue la decisión correcta.
Conte, el «fenómeno»
«Este equipo lo necesitaba para volver a este nivel. Es un fenómeno», elogió el capitán Giovanni di Lorenzo a su entrenador tras ganar el cuarto Scudetto de la historia del club en DAZN. «Solo él podía llevarnos a la cima en tan poco tiempo».
Para el técnico de 55 años, el Nápoles es ya el cuarto club al que ha llevado a ganar la liga, tras tres títulos con la Juve, uno con el Chelsea FC y otro con el Inter. Su sexto triunfo en la liga es muy especial para él. «Sin duda, es el éxito más inesperado y difícil», afirmó Conte.
«Todo estaba hecho trizas»
El entrenador llegó en una situación «en la que todo estaba hecho trizas, en la que teníamos que convencer a algunos jugadores de que se quedaran porque estábamos convencidos de que algo positivo iba a surgir». Ejemplos de la difícil situación inicial fueron el 0-0 en la Copa contra el Modena, equipo de segunda división (4-3 en los penaltis), o el 0-3 en Hellas Verona al comienzo de la temporada. «Cuando pienso en ello, significa que realmente hemos logrado algo increíble».
El «punto de inflexión» de la temporada fue el 1-1 contra el Inter en la jornada 27, cuando Philip Billing salvó el empate en el minuto 87. «Si no hubiéramos conseguido ese punto, el Inter se habría escapado». Pero así, el Nápoles se mantuvo a un punto. «Cuando Billings marcó, les dije a los chicos: «Si queremos, podemos hacerlo»».
Podían. Y Conte podía. En la última jornada, era su equipo el que tenía un punto de ventaja y, por lo tanto, algo que perder en el partido en casa contra el Cagliari Calcio. El entrenador lo notaba. «Fue difícil llegar al estadio porque había mucha gente. Se me pasó por la cabeza que, si les fallábamos, lo llevaríamos dentro durante mucho tiempo».
Esa preocupación resultó infundada. Scott McTominay, el jugador de la temporada en la Serie A, adelantó a los suyos con una chilena y Romelu Lukaku sentenció el partido. «Los chicos estuvieron fantásticos. Había una presión increíble, pero la gestionamos de la mejor manera posible». El equipo es «extraordinario», y Conte destacó especialmente a los jugadores que han recorrido todo el camino, desde el último campeonato, pasando por el decepcionante décimo puesto, hasta volver a ganar el título.
El propio entrenador, además del Scudetto, se aseguró el premio al mejor entrenador de la temporada. Su futuro, por ahora, está en el aire. Para quedarse en Nápoles, habría puesto condiciones claras y exigido, entre otras cosas, refuerzos de renombre para el verano.
