Los Boston Celtics deben enterrar su sueño de revalidar el título tras la derrota en el sexto partido contra los Knicks. Mientras que al actual campeón le espera una difícil pretemporada, Jaylen Brown no ha podido evitar lanzar una pulla a Nueva York.
«Terminar en mayo es una sensación extraña, no nos lo esperábamos en absoluto. Este año simplemente no ha sido nuestro año, y es muy duro. Pero mantendremos la cabeza alta», declaró Brown tras la derrota, en la que fue el máximo anotador con 20 puntos, pero fue expulsado por faltas al final del tercer cuarto. «Perder contra los Knicks es como morir. Pero me han enseñado que hay vida después de la muerte, así que nos prepararemos para lo que venga», bromeó en referencia a los Knicks.
Por su parte, el entrenador Joe Mazzulla se mostró como un perdedor justo. «Nos hemos enfrentado a un gran equipo. Hay que quitarse el sombrero ante los Knicks, nos han superado, han sido mejores», resumió. Después de que su equipo diera una gran respuesta en el quinto partido, no tuvo ninguna oportunidad en el sexto, en el Madison Square Garden. Aparte de Brown, solo Payton Pritchard (11) y Al Horford (10) anotaron más de diez puntos, el resto decepcionó en todos los aspectos.
«Esta temporada no se puede recuperar. Nunca volverás a tener exactamente el mismo equipo. Definitivamente ha habido altibajos esta temporada, pero ahora mismo predomina la decepción», declaró Derrick White tras el partido. En el quinto partido, White había sido el hombre más destacado con 34 puntos, por lo que su actuación en el sexto (8 puntos, 3/11 tiros de campo) fue aún más decepcionante.
Boston Celtics ante una difícil temporada baja
A los Celtics les espera una temporada baja difícil. Jayson Tatum se perderá gran parte de la próxima temporada tras su lesión en el tendón de Aquiles y, además, Boston tiene la plantilla más cara de la liga, con una nómina de 500 millones de dólares, si decide quedarse con todos los jugadores.
La respuesta a esta pregunta depende, por supuesto, del dinero. Pronto se cerrará la venta a los nuevos propietarios, encabezados por Bill Chisholm, que compró la franquicia en verano por más de seis mil millones de dólares. Sin embargo, se desconoce en qué medida el inversor está dispuesto a pagar el impuesto de lujo. En cualquier caso, habrá cambios.
Además, el equipo no está rejuveneciendo y no está claro cuántas buenas temporadas les quedan a Al Horford y Jrue Holiday. Al final de la serie contra los Knicks, ambos tuvieron dificultades y no alcanzaron ni de lejos el nivel al que nos tienen acostumbrados. Lo mismo ocurre con Kristaps Porzingis, que sigue luchando contra una misteriosa enfermedad respiratoria que le limita notablemente.




