Red Bull sorprendió en Imola con una carrera dominada el domingo. El director técnico Pierre Wache explica cómo un ajuste en la configuración hizo que el coche fuera de repente competitivo
Max Verstappen dominó de forma sorprendente el Gran Premio de Emilia-Romaña en Imola, pero el cuatro veces campeón del mundo se mantiene cauto: el gran ritmo de carrera de su Red Bull podría ser más una consecuencia de las características del circuito que un avance sostenible.
«Espero que podamos repetir este rendimiento más a menudo, pero aún no está claro si se debe realmente a nuestros progresos o más bien al circuito», explica Verstappen tras la carrera. Las rápidas curvas de Imola se adaptaban especialmente bien al RB20. De cara al próximo fin de semana en Mónaco, un circuito con curvas casi exclusivamente lentas, el neerlandés modera las expectativas: «El año pasado fue muy difícil para nosotros allí, no espero que ahora sea mucho más fácil de repente».
Red Bull se sorprende a sí misma: Verstappen logra una victoria soberana
La victoria en Imola fue inesperada para Verstappen y Red Bull por su claridad. Tras un viernes de entrenamientos irregulares y unos datos inicialmente sólidos en las tandas largas de McLaren, la tradicional escudería británica partía como favorita. Sin embargo, Verstappen adelantó a Oscar Piastri con una maniobra decidida en la primera curva y controló la carrera desde ese momento.
Para muchos fue una sorpresa que no solo liderara la carrera, sino que también gestionara con maestría los neumáticos y el ritmo, incluso para el jefe del equipo, Christian Horner: «Max simplemente tenía el ritmo. Nunca sentí que estuviéramos bajo presión», afirmó el británico.
Un factor importante: el Red Bull fue más suave con los neumáticos que el McLaren a lo largo de la carrera. Horner explica que el equipo encontró una ventana mucho mejor para el coche gracias a las nuevas piezas y a una configuración mejorada. «Max ya estaba muy satisfecho con el equilibrio en los entrenamientos, y eso se trasladó a la clasificación y al domingo. Especialmente en la primera tanda, gestionó los neumáticos de forma extremadamente inteligente y, al mismo tiempo, consiguió una ventaja».
¿Avance técnico o circunstancias favorables?
Para el director técnico Pierre Wache, la carrera del domingo fue una especie de liberación, pero no quiere dormirse en los laureles. Cuando se le pregunta si las actualizaciones han supuesto un gran paso adelante, responde con su habitual cautela: «No estoy seguro de que haya sido un gran avance, pero ha sido una mejora en la dirección correcta».
Según Wache, la clave estuvo en una mejor puesta a punto del coche, especialmente en relación con el comportamiento de los neumáticos sobre el asfalto más caliente. «El desgaste fue muy diferente al del viernes, y eso puede que nos haya ayudado más que a otros equipos».
Sin embargo, Wache también admite abiertamente que Red Bull tiene actualmente un coche con un margen de maniobra muy estrecho: los más mínimos cambios en la configuración pueden tener grandes repercusiones. El reto consiste en lograr esta constancia en diferentes tipos de circuitos. Y aunque en Imola se pudo posicionar claramente por delante de McLaren, Wache se muestra escéptico: «No tengo confianza en nada. En Japón estuvimos bien, en Baréin y Miami nos destrozaron. No hay garantías».
McLaren: el progreso de Red Bull es palpable, no hay excusas para la derrota
En McLaren, por el contrario, tras la carrera no reinaba la decepción, sino la sorpresa por la clara derrota. El jefe del equipo, Andrea Stella, se mostró anerkennend gegenüber der Red-Bull-Leistung: «Sabíamos que en este tipo de circuito estaría más reñido que en Miami, pero Red Bull simplemente fue muy fuerte. Enhorabuena a Max y al equipo, se han ganado esta victoria». Se esperaba que las temperaturas más altas y el estado de los neumáticos favorecieran a McLaren. «Pero hoy ha sido todo lo contrario», admite Stella.
Ve dos razones principales para la derrota: por un lado, Red Bull ha hecho grandes progresos con sus últimas actualizaciones y, por otro, el trazado, con muchas curvas rápidas, se adaptaba menos a McLaren que, por ejemplo, el sinuoso circuito de Miami. «Nuestro punto fuerte está en otras áreas de la aerodinámica, no necesariamente en combinaciones de alta velocidad como en Imola».
Mónaco, la próxima prueba de fuego: esperanza de que las condiciones sean más reñidas
Ahora todas las miradas se dirigen a la tradicional carrera urbana de Mónaco. Verstappen adora el reto que supone este circuito tan estrecho, pero también es consciente de que las características del trazado podrían volver a suponer un problema para Red Bull. «Me encanta correr en Mónaco, pero nunca ha sido nuestro circuito más fuerte».
«Por supuesto, intentaremos sacar el máximo partido, pero espero un fin de semana difícil», afirma el campeón del mundo. El jefe del equipo, Horner, añade: «Mónaco siempre es una carrera aparte. No es necesariamente representativa del resto del calendario».
McLaren también espera recuperar su antigua fortaleza en Montecarlo. Andrea Stella subraya que analizarán detenidamente los datos de Imola, pero que ven buenas oportunidades de volver a ser competitivos en un terreno más estrecho, especialmente en la clasificación, que tradicionalmente es decisiva en Mónaco.






