La presidenta de Xbox, Sarah Bond, ha revelado que la próxima generación de hardware ya está en desarrollo. ¿Qué hay de cierto en estos anuncios y qué podrían significar?
Xbox es sinónimo estos días de una cosa sobre todo: precios elevados. Después de que a principios de octubre un aumento en el coste del Game Pass provocara una oleada de cancelaciones que colapsó el sitio web correspondiente, hace unos días se produjo el lanzamiento de las primeras consolas portátiles Xbox: ROG Xbox Ally y ROG Xbox Ally X, con un precio de alrededor de 600 y 1000 dólares estadounidenses, respectivamente.
Al mismo tiempo, Microsoft ya está trabajando en la próxima generación de la consola, como confirmó la presidenta de Xbox, Sarah Bond, durante un evento de lanzamiento de las consolas portátiles actuales. «Nuestro hardware de próxima generación está en fase de desarrollo. Hemos estado trabajando en prototipos y en el diseño», según cita Variety.
¿La nueva Xbox es medio PC para juegos?
Las expectativas de Bond con respecto al próximo hardware son altas. En una entrevista con Mashable, no se mostró reacia a los rumores de que podría tratarse de una especie de término medio entre un PC para juegos y una consola clásica: «Puedo decirles que tienen razón: la consola de próxima generación ofrecerá una experiencia de muy alta calidad y muy exclusiva. Algunas de nuestras ideas ya se pueden ver en las consolas portátiles», afirma Bond, que «no quiere desvelar todavía todo».
Pero, ¿qué hay de cierto en las declaraciones de Bond? ¿Y qué podrían significar estas ideas en términos de precio?
Hace menos de un año, Xbox anunciaba que prácticamente cualquier dispositivo podía ser una Xbox. Poco antes, una asociación con LG y Samsung había permitido que los juegos se pudieran jugar en televisores inteligentes, teléfonos inteligentes y algunos automóviles. Además, Microsoft adquirió numerosos estudios, pero renunció a varios títulos exclusivos destacados y los puso a disposición, por ejemplo, en la PlayStation de Sony. Una señal de alejamiento del hardware propio hacia los juegos en la nube y las ofertas de servicios.
Consolas en números rojos: ¿Microsoft ya no participa?
Esta tendencia también se ve reflejada en las consolas portátiles actuales. Al fin y al cabo, no se trata de productos propios de Xbox, sobre los que se había rumoreado durante mucho tiempo, sino de una colaboración con Asus. Su Ally ya era un componente establecido del mercado de los juegos móviles antes de la versión de Xbox.
La causa principal de esta evolución es probablemente el hecho de que las consolas suelen suponer un negocio deficitario para los fabricantes: se debe atraer a los jugadores con precios bajos para luego obtener beneficios mediante la venta de juegos, servicios de suscripción y ofertas en la tienda de la consola correspondiente.
El factor financiero decisivo
En lo que respecta a la próxima Xbox, será decisivo para el precio cuánto de la consola fabrique realmente Microsoft. Si la empresa se encarga por completo del proyecto, existiría la posibilidad de que fuera un negocio deficitario.
Si se produce una colaboración similar a la de Asus, el coste de una nueva adquisición podría alcanzar nuevas cotas. Al igual que ocurre con las consolas portátiles fabricadas por Asus, que deben reportar beneficios al desarrollador de hardware con cada venta. Al fin y al cabo, este no tiene ninguna participación en los beneficios de las ventas de juegos y similares, por lo que no tiene posibilidades de obtener ingresos posteriores.
