Nico Hülkenberg luchó durante mucho tiempo por los puntos en Spa, pero una decisión estratégica tardía le salió cara: por qué Sauber volvió a parar
Nico Hülkenberg estuvo a punto de conseguir un punto para Sauber en el Gran Premio de Bélgica, pero al final solo consiguió el duodécimo puesto. El punto de inflexión: una segunda parada en boxes a doce vueltas del final, que en retrospectiva resultó ser un error estratégico.
«En cierto modo, me vi obligado a hacerlo», explica Hülkenberg tras la carrera, refiriéndose a por qué no apostó por la estrategia de una sola parada. «Mis neumáticos delanteros se desgastaron mucho, tenía mucho subviraje y tenía que bloquear la rueda delantera cada vez con más frecuencia. No creo que hubiera podido mantenerme por delante de Pierre [Gasly] y del grupo».
Si se observan los tiempos por vuelta antes de la segunda parada, se aprecia una clara tendencia a la baja. En la vuelta 26, el alemán marcó su vuelta más rápida de la primera tanda con neumáticos medios, con un tiempo de 1:47,656. Poco antes de cambiar los neumáticos en la vuelta 31, era casi un segundo más lento. Su compañero de equipo, Gabriel Bortoleto, por su parte, marcaba en ese momento tiempos bajos de 1:47.
Sauber había optado por una configuración con mayor carga aerodinámica, lo que, según Hülkenberg, resultó ser una desventaja en condiciones secas frente a rivales directos como Alpine. «Pierre rodaba con poca carga aerodinámica. En cuanto se metía en mi rebufo, éramos un blanco fácil», opina.
La esperanza: un ataque tardío tras el cambio de neumáticos, pero se esfumó, sobre todo porque Gasly, con su superior velocidad punta, lideró un tren de DRS con Oliver Bearman y Yuki Tsunoda. «Piensas que quizá el tren de DRS se disuelva en algún momento y puedas hacer algo. Pero eso no ha pasado», admite Hülkenberg.
La primera parada lanza a Hülkenberg hacia delante
Y eso que la carrera había empezado bien. Tras un largo retraso en la salida debido a la mala visibilidad —«un bajón», como lo describe Hülkenberg—, Sauber acertó en sus primeras decisiones estratégicas. En la vuelta once, el alemán cambió pronto de neumáticos intermedios a lisos, siendo el segundo piloto en hacerlo después de Lewis Hamilton. La decisión dio sus frutos: Hülkenberg se situó en novena posición, por delante de su compañero de equipo Bortoleto.
Pero entonces el equipo pidió un cambio de posiciones. «Gabi era más rápido, tenía un mejor ritmo. Estábamos cerca de Liam [Lawson] y queríamos atacarlo», explica Hülkenberg. «De todos modos, yo estaba luchando con el coche, así que no había problema, por supuesto que le dejé pasar. Por el bien del equipo».
Sin embargo, con la segunda parada en la vuelta 32, el objetivo de sumar puntos estaba prácticamente perdido. Mientras que la competencia, entre ellos Alpine, Haas y Tsunoda en el segundo Red Bull, apostaba por una estrategia de una sola parada, Hülkenberg no pudo salir del tráfico. «Pensábamos que todavía teníamos una oportunidad. Pero entonces te quedas atrapado en el tren del DRS y ya no hay nada que hacer». Gasly se aseguró el décimo puesto y Hülkenberg solo fue duodécimo.
«Claro que es amargo cuando ves lo cerca que has estado», afirma. Aun así, no se arrepiente de la parada en boxes tardía. «Creo sinceramente que no habría podido terminar con el primer juego de slicks». El estado crítico de los neumáticos ya se notaba en el comportamiento del coche: «Frenaba mal una y otra vez, lo cual no es buena señal. Teníamos que probar algo».
Wheatley: Por qué no funcionó la estrategia
El tiempo y la tardía salida también marcaron el fin de semana de Hülkenberg. «Esperar nunca es ideal, te quita el ánimo. Pero la seguridad es lo primero: con Eau Rouge y las curvas ciegas no se pueden correr riesgos».
Al menos, la conducción en sí fue «definitivamente divertida»: «En cuanto salimos a la pista, estaba bien. El agua estancada no supuso un gran problema, pero la visibilidad sí fue un problema, especialmente en las rectas».
El director del equipo Sauber, Jonathan Wheatley, resume: «La carrera de Nico fue más difícil. Cuando su ritmo decayó en la segunda mitad, quedó claro que la estrategia inicial de una sola parada le pondría en peligro, por lo que decidimos hacerle entrar en boxes por segunda vez. Por desgracia, volvió a la pista detrás de Ocon, lo que le hizo perder tiempo en el tráfico y no pudimos aprovechar la estrategia de forma óptima como habíamos planeado».
