El duelo por el campeonato mundial de este año se decidió una vez más en la final, pero el ambiente fue más cordial que en 2021. ¿Qué tiene que ver el jefe del equipo Red Bull con esto?
Al igual que en la temporada 2021, cuando Max Verstappen se impuso por poco al piloto de Mercedes Lewis Hamilton en la controvertida final de Abu Dabi, el título del Campeonato Mundial también se decidió en la última carrera de esta temporada. Sin embargo, el ambiente en el paddock fue completamente diferente al de hace cuatro años.
En aquel entonces, la relación entre Red Bull y Mercedes era en ocasiones hostil, aunque Max Verstappen no compartía del todo esta opinión. «Bueno, hostil, hostil… Nadie se pegó, ¿no?», sonrió el cuatro veces campeón del mundo durante su rueda de prensa en Abu Dabi.
«No lo percibí como hostilidad. Hostilidad es una palabra bastante extrema. Simplemente había mucha competencia. Y que los dos equipos no se gustaran en ese momento es otra historia. Pero hostilidad es otra cosa».
A pesar de ello, Christian Horner y Toto Wolff mantuvieron numerosos intercambios políticos en aquel momento. En el duelo con McLaren, esto ocurrió con mucha menos frecuencia, aunque a finales del año pasado y a principios de esta temporada todavía hubo algunas alusiones a los alerones flexibles y al agua de los neumáticos, a lo que Zak Brown respondió con una botella especial.
Jefe del equipo Red Bull: «Respetamos a la competencia»
Desde el verano, esta polémica ha desaparecido prácticamente por completo. Esto también quedó patente en la rueda de prensa del viernes antes del Gran Premio de Abu Dabi, en la que el jefe de McLaren, Brown, y el nuevo jefe del equipo Red Bull, Laurent Mekies, aparecieron juntos.
A pesar de que era un fin de semana decisivo para el título, el ambiente fue notablemente cordial. Otra indicación del cambio de tono fue el llamado «Tape-Gate», tras el cual Mekies declaró rápidamente que Red Bull renunciaría en el futuro a retirar la cinta adhesiva de Norris del muro de boxes.
El cambio parece deberse, al menos en parte, a Mekies, aunque él mismo no quiere atribuirse el mérito. «No sé si se puede llamar así [que Red Bull estuviera al límite]», opina el francés. «Creo que hemos librado una batalla muy dura, pero limpia y justa».
«Así es como queremos correr», aclara. «Llegamos al límite, pero respetamos a la competencia. En lo que respecta a la deportividad y el respeto por la competencia, creemos que podemos hacer ambas cosas: correr al límite y, al mismo tiempo, respetar a la competencia».
¿El regreso de Red Bull en 2025 gracias a una nueva estrategia?
«El deporte es una lucha de gigantes, y nosotros estamos en medio y respetamos a nuestros competidores». Sin embargo, según Mekies, no se trata solo de cómo se trata a los rivales. El nuevo enfoque también aporta ventajas a nivel interno. La idea básica es permitir menos distracciones y menos ruido que antes.
«Lo diré así: es un entorno increíblemente competitivo y creemos que, para ser competitivos aquí, también hay que disfrutar de lo que se hace», subraya el sucesor del exjefe de equipo Horner. «Trabajamos duro, celebramos duro: ese es el espíritu de Red Bull».
«Todo lo que hemos hecho es asegurarnos de que, como grupo, podamos concentrarnos exclusivamente en las carreras y no dejarnos distraer demasiado por el ruido que nos rodea. Y que hagamos lo que realmente nos gusta: hacer que estos coches sean más rápidos en la pista».
¿Menos enfrentamientos verbales en el futuro?
«Básicamente, eso es todo», afirma el jefe del equipo. «Y centrarnos en lo que nos gusta, esforzarnos más que nadie e intentar disfrutarlo». Una declaración que encaja bien con su formación en ingeniería.
Mekies sigue un enfoque sistemático y quiere centrarse de forma coherente en aquellos factores que hacen que el coche sea más rápido. Los juegos políticos no encajan necesariamente en este concepto, por lo que ahora parecen tener menos importancia en Red Bull que antes. Una tendencia que no se limita solo a Red Bull.
Dado que cada vez más ingenieros asumen el papel de jefes de equipo, la polémica pública parece disminuir en general. Aunque Toto Wolff bromeó en Zandvoort diciendo que la Fórmula 1 sigue necesitando «capullos» como jefes de equipo para entretener al público, los enfrentamientos verbales fueron mucho menos frecuentes en la segunda mitad de la temporada 2025 que en años anteriores.






