Electronic Arts dejará de cotizar en bolsa. Un grupo de inversores formado por el fondo soberano saudí, Jared Kushner y Silver Lake ha adquirido la empresa por una suma récord.
Cuando los accionistas de Electronic Arts (EA) miraron el viernes las cotizaciones de la empresa, seguramente hubo algunas caras satisfechas. El valor registró un aumento de dos dígitos en comparación con la semana anterior, pero no fue el lanzamiento del FC 26, que en general tuvo una acogida positiva, lo que lo provocó, sino un informe del Wall Street Journal. El diario reveló una información explosiva que se confirmó el lunes: EA será adquirida por un consorcio de capital privado y abandonará los mercados financieros.
En las negociaciones, el comprador es un grupo de varias partes, entre las que se encuentran el inversor tecnológico Silver Lake y el fondo soberano saudí PIF, que ya posee una participación del 10 % en EA.
También participa Jared Kushner, yerno de Donald Trump, con su empresa de inversiones Affinity Partners. Una asociación con gran poder financiero que cerró el acuerdo solo unos días después de la primera noticia.
Precio de compra récord
El lunes, EA anunció un precio de compra de 55 000 millones de dólares, unos 5000 millones más que la última valoración del grupo en bolsa y una cifra récord: según Reuters, nunca se había pagado tanto por una empresa en una «leveraged buyout», es decir, una adquisición financiada con capital ajeno. La propia EA habla de «la mayor privatización de la historia».
Sin embargo, según los expertos, el elevado precio debería merecer la pena. «EA tiene sentido como objetivo de adquisición», cita la revista a Wyatt Swanson, analista de la consultora financiera D.A. Davidson & Co. «El flujo de caja es bastante constante y los títulos anuales de EA suponen unos ingresos y una rentabilidad previsibles».
Para EA, se trataba de «acelerar la innovación y el crecimiento para dar forma al futuro de la industria del entretenimiento». Un proyecto para el que los tres nuevos socios reunían las mejores condiciones. «Amplia experiencia en el sector, capital comprometido y carteras globales con redes en las áreas de juegos, entretenimiento y deportes», afirma Electronic Arts sobre el consorcio.
Sin embargo, desde el punto de vista de Reuters, también podría haber sido un objetivo hacer frente a los cambios en el mercado de los videojuegos. Este se caracteriza cada vez más por el hecho de que los jugadores sopesan sus gastos. Por lo tanto, una adquisición significaría una mayor consolidación del sector, después de que otros grandes representantes ya hayan tomado caminos similares.
Arabia Saudí va más allá
Desde el punto de vista de los videojuegos y los deportes electrónicos, la participación del PIF suscita, por supuesto, un interés especial. En el marco de la «Visión 2030 de Arabia Saudí», este país se ha propuesto reducir su dependencia de los recursos fósiles. En su lugar, el país desértico está invirtiendo ampliamente en tecnología, digitalización y videojuegos, y lleva años ganando influencia de forma gradual, por ejemplo, mediante la compra de ESL y FACEIT, la creación de la Esports World Cup (EWC) en 2023 o la organización de los Olympic Esports Games a partir de 2027.
Su mayor participación en Electronic Arts subraya de forma sostenible su papel como actor importante en el mercado de los videojuegos. Además, podría tener un impacto directo en los deportes electrónicos. En verano se celebró por primera vez la Copa Mundial Oficial de Fútbol como parte de la Esports World Cup, después de que la fase final se disputara en Riad en 2023, antes de la primera edición de la EWC en 2024. Es muy posible que, a la larga, las fases finales de la Copa del Mundo solo se celebren en la capital saudí, ya que EA ya es socio de la Esports Nations Cup, que debutará en 2026.
