Tras recuperar 64 puntos, Max Verstappen vuelve a estar en la lucha por el campeonato mundial. La historia de la Fórmula 1 muestra cómo funcionan estas remontadas
Max Verstappen ha recuperado nada menos que 64 puntos sobre el líder del campeonato mundial en las últimas cuatro carreras y ahora vuelve a estar a tiro en la lucha por el título. Según el holandés, «la oportunidad está ahí. Ahora tenemos que seguir rindiendo así hasta el final de la temporada». Él sabe que «tenemos que ser perfectos hasta el final para tener una oportunidad». Aunque este cambio en el equilibrio de poder parece espectacular, no es en absoluto único en la historia de la Fórmula 1.
Ya en 1979, Alan Jones celebró un regreso tardío. En ese momento, todavía estaba 25 puntos por detrás, pero con tres victorias consecutivas se colocó a diez puntos del líder. O en 1991, cuando Nigel Mansell, a pesar de estar 33 puntos por detrás en el transcurso de la temporada, de repente se colocó entre los primeros. Y en 2012, Sebastian Vettel convirtió una desventaja de 39 puntos en una ventaja de 13 puntos, una final a medida.
Pero, a pesar de estos ejemplos, Verstappen tampoco lo tenía nada fácil: «Las diferencias son muy pequeñas. Cualquier error puede costarlo todo», subraya con sobriedad.
Modelo histórico: Alan Jones en 1979
La temporada de 1979 es un ejemplo de cómo un equipo y un piloto pueden pasar desapercibidos y convertirse en candidatos al título. En aquel entonces, Jones competía para Williams Grand Prix Engineering, que acababa de debutar en la Fórmula 1 con su propio monoplaza. En la primera mitad de la temporada, Jones solo sumó siete puntos y, con 25 puntos de desventaja, estaba prácticamente fuera de combate. Sin embargo, con su coche, el FW07, ganó tres carreras seguidas, redujo la ventaja a diez puntos y se aseguró, como mínimo, el tercer puesto en la clasificación general.
Verstappen también nota este impulso: «Hemos comprendido mejor nuestro coche y hemos introducido mejoras que han funcionado a la perfección». No solo suena a remontada, sino que casi recuerda a la historia.
Mansell en 1991 y Hakkinen en 2000: los retrasos como realidad
No es raro que las grandes luchas por el título comiencen con retrasos. En 1991, Mansell estaba en séptima posición a siete carreras del final, con solo siete puntos. Pero con el nuevo FW14 ganó carreras consecutivas y, de repente, se metió en la lucha por el título, aunque al final quedó 24 puntos por detrás de Senna. Algo similar ocurrió en el año 2000, cuando Mika Häkkinen, tras sufrir contratiempos técnicos, se puso de repente en cabeza, hasta que Ferrari, con Michael Schumacher, dio el golpe definitivo al final.
Una de las remontadas más emblemáticas la protagonizó Sebastian Vettel en 2012. Tras un retraso de 39 puntos, consiguió cuatro victorias consecutivas y al final se mantuvo tres puntos por delante de Fernando Alonso. En aquel momento, le ayudaron la estrategia, la constancia y un coche que estuvo a la altura en el momento decisivo.
¿Qué significa esto para 2025?
A falta de cinco carreras, la lucha está más abierta que nunca. Verstappen está a solo 40 puntos de Oscar Piastri y se ha propuesto «evitar cualquier error». Afirma: «Hemos recuperado mucho terreno, pero las diferencias son muy pequeñas».
Su entorno en Red Bull Racing se muestra convencido: Helmut Marko opina que, en esta situación, «todavía puede estar muy emocionante» y que, con tres u ocho puntos de diferencia, no hay nada ganado. Pero también sabe que «si Max tiene el material, es un candidato muy serio».
La historia nos enseña que los retrasos en la Fórmula 1 no son el final, sino a menudo el comienzo de un gran sprint final. Ya sea Jones, Mansell, Häkkinen o Vettel, todos ellos han demostrado que un coche potente, un fin de semana perfecto y la fortaleza mental pueden marcar la diferencia.
Max Verstappen se encuentra ahora exactamente en ese punto: ha recuperado 64 puntos, está cerca de Piastri y tiene la voluntad de rendir al máximo cada fin de semana. Afirma: «Hemos encontrado un buen camino con el coche… Ahora se trata de sacar el máximo partido semana tras semana».






