Recientemente se ha anunciado a bombo y platillo un límite salarial relativo para la Serie C italiana. Pero aún está por ver si realmente se aplicará.
El plan suena muy tentador: los clubes de la tercera división solo podrán destinar un máximo del 55 % de sus ingresos a personal; de lo contrario, se enfrentarán a multas, deducción de puntos o, en el peor de los casos, la retirada de la licencia. Así lo aprobaron los propios clubes en la asamblea general de la Serie C celebrada el miércoles, y el presidente de la liga, Matteo Mariani, fue citado de la siguiente manera: «Tenemos que controlar los gastos para evitar el colapso financiero del fútbol italiano. Sin una gestión saneada de los recursos financieros, el fútbol no puede sobrevivir».
Aún no se han celebrado conversaciones concretas con el sindicato
Son palabras muy ciertas del director, sobre todo porque se aplican a todos los clubes de fútbol. Precisamente en la Regionalliga West alemana se están acumulando actualmente las quiebras. También en la 3.ª liga ha habido en los últimos años ejemplos destacados de clubes que viven por encima de sus posibilidades, a menudo impulsados por inversores megalómanos y aspirantes a magnates. Por lo tanto, la idea de un límite salarial relativo es, en principio, buena y oportuna. Sin embargo, es muy dudoso que se aplique realmente en el caso de la Serie C.
Se trata solo de una fase de prueba para la temporada 2025/26. Antes de que el tema pueda establecerse de forma sostenible en la legislación —Mariani y su equipo esperan que se introduzca oficialmente a partir de 2026/27—, es necesario mantener conversaciones concretas con otras partes. Por ejemplo, con el sindicato nacional de jugadores AIC. Según la legislación europea, es obligatorio contar con ellos como participantes en el mercado o como representantes de los profesionales, ya que, de lo contrario, podrían surgir problemas de competencia.
Fifpro siempre ha apoyado a las filiales locales en estos casos
Pero, ¿qué motivación tendría un sindicato para aceptar un límite máximo fijo? En consecuencia, desde los círculos pertinentes se oye que, por el momento, la introducción de un tope salarial no es realmente objeto de debate. Ergo: aún queda mucho por hacer. Además, el sindicato internacional de futbolistas Fifpro, que está en conflicto con la FIFA, por ejemplo, debido al calendario cada vez más apretado, ha respaldado en repetidas ocasiones a las representaciones nacionales cuando se han querido introducir límites máximos locales, como en Panamá o Guatemala.
Sin embargo, el límite salarial sigue siendo un tema candente, y no solo desde que Karl-Heinz Rummenigge, miembro del consejo de administración del FC Bayern, lo volvió a sacar a la palestra recientemente en los medios de comunicación. Incluso juristas de renombre, como el profesor Peter W. Heermann, experto en derecho deportivo y antimonopolio de Bayreuth, ven posibilidades de introducirlo. No obstante, se requiere un proceso de consulta exhaustivo para garantizar su seguridad jurídica.
Los costes de las plantillas también son un tema importante en la UEFA
Varias ligas y la UEFA también seguirán de cerca la evolución. Al fin y al cabo, su presidente, Aleksander Ceferin, ha planteado recientemente la posibilidad de suavizar la reducción del límite máximo de los costes de plantilla al 70 % de los ingresos totales, que se había acordado para la próxima temporada, y mantener el 80 % actualmente vigente como referencia. Los representantes de las ligas europeas, especialmente los de Alemania y España, considerados pioneros en la lucha por la sostenibilidad financiera, seguirán muy de cerca este procedimiento.






