Un error estratégico le costó a Red Bull el podio en la carrera de Fórmula 1 en España, pero ¿podría Max Verstappen haber ganado incluso el Gran Premio?
Un raro malentendido estratégico en Red Bull influyó de manera decisiva en el resultado del Gran Premio de España. El asesor de automovilismo Helmut Marko admitió el lunes después de la carrera en ServusTV que la decisión de enviar a Max Verstappen con neumáticos duros nuevos cuando salió el coche de seguridad fue un error.
«El coche de seguridad llegó en el peor momento», afirmó Marko. El equipo tenía tres opciones: unos neumáticos duros nuevos, unos blandos que ya llevaban siete vueltas o quedarse con los blandos actuales, que llevaban ocho vueltas. Se optó por los duros nuevos, suponiendo que estos ofrecerían un rendimiento óptimo en la reanudación.
Marko: la caída de temperatura fue la culpable del mal reinicio
Pero el cálculo no salió bien. El coche de seguridad permaneció en pista más tiempo de lo esperado y, durante ese tiempo, los neumáticos duros perdieron mucha temperatura, un problema conocido de esta mezcla. Oscar Piastri aprovechó hábilmente la situación y lideró el pelotón con extrema lentitud en la reanudación, lo que agravó aún más los problemas de calentamiento.
«Cuanto más lento, más baja la temperatura», explica Marko. Cuando se reanudó la carrera, Verstappen estaba indefenso. En la curva de entrada a meta, le costaba mantener el coche en la pista, por lo que era imposible pensar en atacar a los primeros.
El campeón del mundo cuestionó la decisión por radio: ¿por qué un neumático duro? La respuesta: era el único juego nuevo. Sin embargo, Marko admite abiertamente que la suposición de que un neumático nuevo es automáticamente la mejor opción no se cumplió en este caso. Dadas las circunstancias, el duro era la peor opción.
Datos: Verstappen probablemente no habría podido ganar la carrera
Los datos de nuestro socio tecnológico PACETEQ respaldan esta valoración. El desgaste medio de los neumáticos en el Gran Premio de España fue de 0,122 segundos por vuelta. Si Verstappen hubiera seguido con los neumáticos blandos viejos, los McLaren, con sus neumáticos blandos nuevos, habrían sido aproximadamente un segundo más rápidos por vuelta, según las estimaciones. Además, el McLaren era entre dos y tres décimas más rápido que el Red Bull.
Esto da un delta teórico de alrededor de 1,2 segundos por vuelta, con un delta de adelantamiento necesario de alrededor de 0,5 segundos en el Circuit de Barcelona-Catalunya. Oscar Piastri y Lando Norris podrían haber adelantado a Verstappen con relativa facilidad. En cambio, contra el piloto de Ferrari Charles Leclerc habría estado más reñido: la diferencia en los neumáticos y el rendimiento del coche solo habrían supuesto una ventaja de unas siete décimas. Por lo tanto, Verstappen podría haber defendido la tercera posición en determinadas circunstancias.
Que los neumáticos nuevos marcaron una diferencia decisiva también quedó patente en el pelotón medio. Nico Hülkenberg aún tenía un neumático blando nuevo, Isack Hadjar y Lewis Hamilton no, y el alemán pudo adelantar a ambos sin dificultad. Por el contrario, pilotos como Liam Lawson, Esteban Ocon y Gabriel Bortoleto quedaron muy rezagados tras la reanudación. Todos ellos se quedaron fuera con los neumáticos viejos bajo el coche de seguridad.
Marko también sospecha que, con una posible reanudación con neumáticos viejos, «probablemente los dos McLaren nos habrían adelantado, pero habríamos podido mantener a Leclerc detrás». En cambio, Verstappen perdió la posición ante Leclerc y se encontró en la primera curva en un duelo con George Russell.
Conclusión: Red Bull en un dilema estratégico
A la pregunta de quién era el responsable de la decisión, Marko respondió diplomáticamente: «Es una decisión del equipo». El error se basó en una suposición errónea, a saber, que un neumático nuevo es siempre mejor que uno usado.
«En ese momento teníamos los mejores neumáticos o los menos usados», afirma Marko en retrospectiva. «La posición en la pista habría sido mejor que unos duros nuevos». Sin embargo, Red Bull se encontraba bajo presión estratégica debido a la estrategia de tres paradas elegida anteriormente y, sencillamente, ya no tenía ninguna opción ideal a su alcance.






