A diferencia de muchos de sus compañeros de profesión, Wojciech Szczesny no es precisamente extrovertido, pero ahora el polaco ha ofrecido unas revelaciones sorprendentes y ha hablado sobre traumas, por qué defendió la portería del Barça casi sin cobrar, por qué le molesta Robert Lewandowski y sobre las férulas metálicas que lleva en los brazos desde hace 17 años.
Wojciech Szczesny lleva años formando parte del fútbol europeo de élite: FC Arsenal, AS Roma, Juventus de Turín y, actualmente, FC Barcelona. El palmarés del jugador de 35 años es impresionante. Es indiscutible que es un buen portero, pero, a pesar de ello, siempre se le ha subestimado y, a pesar de su rendimiento constante, nunca se le ha considerado una estrella. Es probable que esto no haya cambiado hasta hoy, ya que en el FC Barcelona el polaco ha pasado a ser suplente y solo es el número 2 detrás de Joan García. Cuando Marc-André ter Stegen se recupere completamente de su lesión, podría incluso quedar relegado al número 3. Szczesny debería poder vivir con ello, ya que ya ha cumplido un sueño.
En una entrevista con la revista polaca GQ, habló primero de su complicada relación con su padre, Maciej, que, al igual que su hijo, fue portero de la selección polaca. «De niño le tenía miedo a mi padre», dijo el guardameta del Barça, y reveló que este «le humillaba constantemente en público delante de gente desconocida». Me preguntaba: «Papá, ¿por qué haces eso?», pero así también aprendí a ocultar mis emociones y a tragarme todo». Esto le marcó y también tuvo repercusiones en su carrera, porque «cuando eres portero, todo el mundo piensa que eres guay, seguro de ti mismo y valiente, y yo aprendí muy joven a estar tranquilo. Quizás por eso era tan importante para mí no «perder los nervios» nunca, para no volver a ser el niño pequeño que se sonroja delante de desconocidos».
Barcelona es más importante que el dinero
En cuanto a su carrera, Wojciech ha eclipsado hace tiempo a su padre, pero nunca quiso competir con él, subrayó el jugador de 35 años, y reveló que, antes de fichar por el FC Barcelona, tenía pensado colgar los guantes, lo que ya había hecho oficial. «No es que hubiera perdido mi pasión por el fútbol, pero no había ofertas que me entusiasmaran. No quería jugar solo por el dinero. Tres días antes de anunciar mi retirada, le dije a Lewa que solo quería jugar en un club: el Barcelona. Cuando me llamaron, probablemente sabían que podían convencerme».
Lo mucho que quería jugar en el Blaugrana queda patente en el hecho de que lo hizo casi sin cobrar durante su primer año. «En mi primera temporada en Barcelona jugué gratis. Lo que recibí del Barça fue exactamente lo que tenía que devolver a la Juventus por la rescisión anticipada de mi contrato. No gané ni un euro más». Sin embargo, el Barcelona le permitió «no retirarse con amargura, sino volver a formar parte de un gran club. En aquel momento, eso valía más para mí que el dinero».
Las burlas de Lewandowski
En España también juega con su compatriota Lewandowski, a quien conoce muy bien de su etapa juntos en la selección nacional, y que suele burlarse de él por una razón concreta. «Me encanta comer. Aunque consigo mantenerme dentro del peso permitido, he batido el récord del Barcelona en cuanto a porcentaje de grasa corporal. Me pareció divertido», confesó el veterano, y añadió que podía vivir con ello si «lo peor de mi profesionalidad es que me encanta comer».
Se dice que Lewandowski incluso le preguntó una vez cómo Szczesny podía «tener una carrera así con un cuerpo así». «Por supuesto, en cuanto Lewa se enteró de mi porcentaje de grasa corporal, no me dejaba en paz», reveló el portero, y explicó: «Es un fanático de la alimentación y el entrenamiento, vive como un robot. Cada vez que entramos en el vestuario de la selección nacional, lo primero que hace es mirarme de arriba abajo y criticarme de alguna manera». Sin embargo, le importaba destacar que había conseguido «mantener siempre un alto nivel durante mis 17 años de carrera profesional».
