Portugal tendrá que seguir esperando: en Irlanda, los ibéricos pierden por 0-2, en parte debido a un flaco favor de Cristiano Ronaldo, y no consiguen el pase al Mundial. Por su parte, los Boys in Green se ganan una final en la última jornada.
Con una victoria en Irlanda, Portugal podría haber asegurado el jueves por la noche su pase al Mundial de 2026. Sin embargo, en Dublín, los ibéricos se enfrentaron a un equipo que estaba entre la espada y la pared. Por su parte, los Boys in Green necesitaban al menos un punto para disputar la final por el puesto de play-off en el Grupo F. Para ello, los locales apostaron por una defensa compacta y estructurada, y desde el principio se acomodaron en torno a su área.
Como era de esperar, el favorito comenzó el partido con mucha posesión del balón y Cristiano Ronaldo fue el primero en disparar a puerta. Sin embargo, el jugador de 40 años no creó peligro con una tijera (2′), un balón parado (8′) y, poco después, desde el borde del área (10′).
Por su parte, los Boys in Green se centraron en los contraataques, y el portero portugués Diogo Costa casi les invita a marcar (17′). En el saque de esquina posterior, Parrott se colocó en el lugar adecuado y solo tuvo que rematar de cabeza a corta distancia para poner el 1-0 en el marcador (17′). Incluso después de encajar el gol, fue Ronaldo quien volvió a intentar adelantarse (26′). Sin embargo, se quedó en una posesión de balón sin sorpresas. Así, los locales apenas tuvieron problemas para defender los intentos de ataque ibéricos.
Parrott, implacable en la fase de presión portuguesa: CR7 pierde los nervios
¿Y qué hicieron los irlandeses? A los 38 minutos, estuvieron a punto de marcar el 2-0. Sin embargo, Ogbene falló ante el poste. Solo tras la siguiente llamada de atención, los portugueses se mostraron contundentes. Vitinha puso a prueba a Kelleher con una tijera, Cristiano Ronaldo no encontró a ningún compañero en el rebote (39′), Diogo Dalot disparó por encima del larguero tras un giro y la chilena de Joao Félix fue bloqueada (44′).
En medio de esta fase de presión, Parrott volvió a golpear con frialdad por segunda vez: el delantero irlandés marcó el 2-0 al descanso (45′) con un disparo entre las piernas de un defensa.
Tras la reanudación, los portugueses siguieron buscando el hueco. Esta solo se encontró en un saque de esquina, pero Vitinha falló a corta distancia (48′).
En el minuto 61, la tarea se complicó aún más para los visitantes, gracias a un flaco favor de su superestrella: lejos del balón, Cristiano Ronaldo golpeó con el codo a O’Shea por detrás. El árbitro sueco Glenn Nyberg, tras revisar las imágenes de vídeo, no tuvo más remedio que mostrarle la tarjeta roja por agresión, en lugar de la tarjeta amarilla que le había mostrado inicialmente.
A pesar de jugar con uno menos, los visitantes siguieron siendo el equipo dominante, pero la búsqueda de un hueco continuó sin éxito. Irlanda se centró en defender su ventaja.
A medida que avanzaba el partido, la fe en la remontada fue disminuyendo en las filas portuguesas y, salvo por un buen remate de Goncalo Ramos (87′), Irlanda no tuvo que superar ningún otro peligro hasta que se confirmó la aclamada victoria por 2-0 en el caldero de Dublín.
Así, las decisiones en el Grupo F se posponen hasta el domingo (15:00 h). Con una victoria contra Armenia, Portugal podría sellar su clasificación para el Mundial por méritos propios. Al mismo tiempo, Irlanda disputará su final en Hungría por el segundo puesto, que le daría derecho a participar en la repesca.






