Haas resolvió su problema de alta velocidad con una actualización urgente, sin pruebas en el túnel de viento, pero con buen olfato, como confirma el jefe del equipo, Komatsu
El inicio de la temporada 2025 en Australia fue un shock para Haas: ambos coches quedaron al final de la tabla de tiempos en los entrenamientos libres. El jefe del equipo, Ayao Komatsu, llegó a hablar de un momento que le «puso enfermo». Sin embargo, el análisis dio lugar a una solución rápida, que se utilizó por primera vez en Suzuka, sin ninguna prueba en el túnel de viento.
El problema: el VF-25 era inestable en las secciones rápidas. Esto se veía agravado por los baches de las curvas 9 y 10 de Albert Park. Este defecto no se había detectado durante los preparativos de las pruebas. Komatsu y su equipo trabajaron hacia atrás en las etapas de desarrollo, desde el VF-24 del año pasado hasta las fases finales de construcción del coche actual, para encontrar la causa.
La búsqueda del fallo se vio dificultada por las restricciones en las horas de uso del túnel de viento. «No se puede dejar el coche en el suelo en el túnel de viento, ya que se dañaría la cinta transportadora», explica Komatsu. «Hay ciertas condiciones que simplemente no se pueden reproducir en el túnel de viento».
Haas había desarrollado un método de medición para evaluar estos efectos y lo consideraba suficiente. «El año pasado no tuvimos este problema. Muchos otros equipos que estaban más avanzados en el diseño del suelo ya lo habían tenido en 2024. Hasta que no lo experimentas tú mismo, no sabes que existe».
Un tiro al aire
La conclusión en Melbourne: la metodología y los valores límite establecidos eran demasiado agresivos. «Cuando supimos la verdadera razón, tuvimos que ver cómo podíamos modificar el coche para reducir el efecto». Así surgió la actualización de Suzuka, un «tiro al aire elaborado», como destaca Komatsu, sin tiempo para la validación en el túnel de viento.
El Circuito Internacional de Shanghái, en China, ocultó el problema con solo unas pocas curvas rápidas. En Suzuka, en cambio, con muchos tramos de alta velocidad, Haas se vio obligado a actuar. La actualización surtió efecto: Oliver Bearman consiguió el décimo puesto y el VF-25 ganó estabilidad en las curvas críticas.
Las pruebas posteriores en el túnel de viento confirmaron la teoría. «Implementamos dos cosas para Suzuka y más tarde vimos en el túnel de viento que realmente habían mejorado. La hipótesis era correcta, el tiro al aire fue un acierto», afirma Komatsu.
Con esta seguridad, Haas pudo desarrollar la siguiente actualización para Imola. «Quizás no haya aumentado mucho el ritmo absoluto, pero ha hecho que el coche sea más resistente a estas condiciones. Entonces se puede empezar a añadir rendimiento real, como se vio en Silverstone».






