Alex Márquez no ve su temporada con la Ducati GP26 como una prueba para el equipo oficial, pero tras quedar subcampeón se ha fijado un objetivo ambicioso
Tras una gran temporada en MotoGP, Alex Márquez mira con optimismo hacia el futuro. El español se subirá por primera vez a la actual Ducati, la Desmosecidi GP26, en 2026. Sin embargo, no lo ve como una prueba de acceso al equipo oficial, sino más bien como una prueba de rendimiento personal.
A partir de la próxima temporada, Ducati competirá con cuatro nuevos prototipos. Además de los pilotos oficiales Marc Márquez y Francesco Bagnaia, así como el piloto de VR46 Fabio Di Giannantonio, Alex Márquez también recibirá la última GP26 en Gresini.
Desde su incorporación al equipo en 2023, el menor de los hermanos Márquez siempre ha pilotado motos del año anterior. Sin embargo, sus impresionantes resultados con la GP24 esta temporada han convencido a Ducati para confiarle el material más actual.
Este paso se considera una evolución lógica y permite a Ducati comparar directamente el rendimiento de Márquez con el de los pilotos oficiales. Sin embargo, el piloto de 29 años subraya que no siente una presión especial por tener que demostrar su valía en 2026. «No, yo no lo veo así», afirma en una rueda de prensa en Madrid. «Lo veo más como una prueba para mí mismo. Se trata de sacar el máximo partido a tu garaje para que no haya dudas sobre lo que podría haber pasado si hubieras tenido la moto más nueva. Y, sinceramente, eso no me pone más nervioso, sino que me da más tranquilidad», afirma Márquez.
De estar a punto de quedar fuera a ser subcampeón del mundo en 2025
En el Gran Premio de Malasia, el piloto de 29 años se aseguró prematuramente el segundo puesto en la clasificación de pilotos, un éxito notable para un piloto que en el pasado tuvo que luchar durante mucho tiempo por su futuro en la categoría reina.
Tras unos años difíciles en LCR-Honda, en los que apenas fue competitivo, Márquez recuperó su antigua fuerza en 2023 con Gresini. Con la GP24, finalmente dio el paso decisivo en 2024 y se estableció en la cima. El subcampeonato tiene un significado especial para él, no solo como símbolo de su regreso, sino también porque su hermano Marc ganó el campeonato mundial.
«Es similar a un título, pero para mí no es un segundo puesto normal», dice el menor de los dos hermanos sobre el segundo puesto en el campeonato del mundo. «Mi camino en MotoGP no ha sido fácil. Empecé muy bien en 2020 con dos podios como novato en Repsol-Honda, pero luego me cambié a LCR y sufrí allí durante dos años».
«En 2023 ya estaba casi en casa. Solo por suerte tuve la oportunidad con Gresini. Por eso es algo muy especial. Soy segundo, el primero de los perdedores. Pero el ganador es mi hermano. Es una sensación diferente».
«Fue simplemente perfecto. Es especial si tenemos en cuenta de dónde venimos. Por eso es un segundo puesto realmente bueno», subraya Márquez.
Mirando hacia el futuro: ¿lucha por el título contra su hermano?
Con el segundo puesto en el Campeonato del Mundo, el español ha logrado el mejor resultado de su carrera en MotoGP hasta la fecha. En 2026 quiere dar el siguiente paso y luchar por el título. Pero para conseguirlo, tendrá que vencer a su hermano Marc, que pilota la misma moto. «Nunca diría que Marc es imbatible, pero es muy difícil», admite. «La presión que ejerce, el hecho de conducir siempre al límite desde los primeros entrenamientos, es duro. Lo difícil es tener la precisión que él tiene». «Nadie es imbatible, pero ganarle en 22 carreras es muy difícil», sabe Márquez. A pesar de la competencia en la pista, destaca que ambos pueden beneficiarse mutuamente, también por sus diferentes estilos de conducción: «A mí me falta la explosividad de Marc y a él le falta la tranquilidad que yo tengo».
«Los dos hemos mejorado, pero envidio más la explosividad de Marc que su tranquilidad. Eso es lo que le ha valido más títulos. Yo seguiré siendo el mismo. Y si cambio, espero que me den un pequeño empujón».






