El jugador del Everton Idrissa Gueye es expulsado temprano en el partido contra el Manchester United por golpear a un compañero. Las declaraciones posteriores del entrenador son igualmente sorprendentes.
Esta disputa del lunes por la noche también fue tan inesperada para la dirección que solo la repetición reveló por qué el árbitro Tony Harrington le mostró de repente la tarjeta roja a Idrissa Gueye contra el Manchester United. Entonces quedó claro: el centrocampista del Everton no solo se había enzarzado en una fuerte discusión con su compañero Michael Keane, sino que además le había golpeado en la cara, en el minuto 13 del partido, con el marcador 0-0, hay que destacar.
Desde el punto de vista reglamentario, la tarjeta roja más curiosa de esta temporada de la Premier League fue clara: en caso de agresión, es irrelevante si la víctima es un adversario u otra persona. Aunque Gueye y Keane se empujaron mutuamente, el primero no se quedó ahí y se disculpó esa misma noche: primero en el vestuario ante todo el equipo y luego públicamente en sus redes sociales.
«En primer lugar, quiero pedir disculpas a mi compañero de equipo Michael Keane», escribió el jugador de 36 años, que vio su primera tarjeta roja en su partido número 241 de la Premier League. «Asumo toda la responsabilidad por mi reacción. También pido disculpas a mis compañeros de equipo, al personal, a los aficionados y al club. Lo que ha pasado no refleja quién soy ni los valores que defiendo. Las emociones pueden exaltarse, pero nada justifica un comportamiento así. Me aseguraré de que algo así no vuelva a suceder».
«Se necesitan jugadores que se comporten así»
Sorprendentemente, el entrenador no les reprendió. «¿Saben? En realidad, me gusta que mis jugadores discutan», explicó David Moyes, quizá también porque el Everton ganó 1-0 en Old Trafford, a pesar de jugar con uno menos. «Lo que quiero decir es que quiero que sean duros y que no acepten que alguien no sea lo suficientemente bueno».
Gueye había hecho un pase en el área izquierda dirigido al defensa central Keane, pero este no reaccionó. Esto permitió a Bruno Fernandes realizar un peligroso disparo a puerta. «Si quieres tener un equipo exitoso, con resistencia y dureza, necesitas jugadores que se comporten así», elogió Moyes a su veterano jugador e incluso habría deseado que el árbitro Harrington «lo hubiera pensado un poco más».
Su homólogo, Ruben Amorim, también sorprendió con su valoración de la jugada. Sabía que se trataba de una agresión, «pero no estoy de acuerdo con ello», afirmó el entrenador del ManUnited. «Luchar entre ellos no es nada malo, eso no significa que no se caigan bien».
