Quien llega tarde, la vida lo castiga, dice un conocido refrán alemán, pero el FC Bayern también es castigado por la DFB.
En lo deportivo, el Bayern de Múnich está cosechando una victoria tras otra y, por lo tanto, va claramente en camino de ganar la liga; la ventaja sobre el segundo clasificado, el Bayer Leverkusen, es ya de ocho puntos. De los 21 partidos de liga disputados hasta la fecha, el Bayern ha ganado 17, incluyendo la victoria a domicilio en el estadio Millerntor del FC St. Pauli a principios de noviembre (1-0).
Sin embargo, el duelo tuvo consecuencias para el campeón récord. Debido a que el Bayern provocó un retraso en aquel momento, ahora se le ha impuesto una multa de 15.000 euros. Así lo ha comunicado la Federación Alemana de Fútbol.
Problema de puntualidad
Según se desprende de la correspondiente decisión del Tribunal Deportivo de la DFB, el partido en Hamburgo comenzó con un retraso de exactamente 2:07 minutos. La responsabilidad recayó en el FC Bayern, cuyos jugadores simplemente salieron de los vestuarios demasiado tarde, lo que en última instancia provocó que se retrasaran el control de equipamiento y la entrada en el campo posterior.
Además, se afirma que «el Comité de Control de la DFB, en un procedimiento sumario, asumió que el FC Bayern de Múnich había incurrido en un retraso de poco menos de dos minutos» y, por lo tanto, dio la razón al club. El Tribunal de lo Deportivo también siguió esta suposición.
No era la primera vez que el equipo de Múnich llegaba tarde al pitido inicial, ya que las dos primeras faltas solo conllevan amonestaciones, y solo a partir de la tercera vez se paga una multa. En caso de retraso de 30 a 120 segundos tras dos amonestaciones, la sanción es de 15.000 euros, que fue lo que ocurrió en este caso. En la Bundesliga, la multa máxima por este tipo de infracciones podría ascender a 80.000 euros. Este sería el caso si la octava infracción fuera un retraso de más de 120 segundos.