No es ninguna novedad que la FIFA organice el sorteo de grupos como un gran evento con mucho bombo y platillo, pero ahora la federación internacional va un paso más allá en lo que a «entretenimiento» se refiere.
El viernes se celebrará en Washington D. C. el sorteo de los grupos de la fase preliminar para el Mundial que se disputará el próximo verano en Estados Unidos, México y Canadá. Sin embargo, en ese momento solo se sortearán los grupos, el resto se anunciará más adelante. Tal y como confirmó la FIFA el lunes, el sábado (a las 18:00 CET) se anunciarán en otro programa detalles como las sedes y los horarios de los 104 partidos del torneo XXL. La importancia que la federación internacional concede a este evento queda patente en el hecho de que el propio presidente de la FIFA, Gianni Infantino, será el encargado de presentar el programa. Según el comunicado de la federación, «estarán presentes leyendas de la FIFA y representantes de los 42 equipos clasificados, así como de los que aún siguen en liza». Sin embargo, ya es seguro que, incluso después de este evento, no toda la información estará disponible, ya que el calendario definitivo no se conocerá hasta marzo, después de que se disputen las últimas seis plazas para el Mundial en la repesca.
Garantizar «las mejores condiciones posibles»
El viernes, Alemania será uno de los doce cabezas de serie en el sorteo que se celebrará en el John F. Kennedy Center, lo que le permitirá evitar en la fase preliminar a los rivales supuestamente más difíciles, como la vigente campeona, Argentina, la campeona de Europa, España, Inglaterra o Francia, así como a los tres anfitriones.
Las sedes del Mundial, en el que participarán 48 naciones por primera vez en la historia, del 11 de junio al 19 de julio de 2026, se distribuyen en cuatro husos horarios. El objetivo de la FIFA es que el mayor número posible de aficionados pueda ver los partidos de su selección a una hora aceptable en su país de origen. Por ello, según sus propias declaraciones, la FIFA se tomará por primera vez el tiempo necesario para fijar las sedes y los horarios de los partidos en una fecha separada, con el fin de «garantizar las mejores condiciones posibles para todos los equipos y espectadores».
