Los Golden State Warriors ganan el primer partido de la segunda ronda de los playoffs contra los Minnesota Timberwolves por 99-88, a pesar de la lesión temprana de la superestrella Stephen Curry. Mientras Minnesota jugaba muy mal desde la línea de tres, Buddy Hield volvió a brillar con los visitantes.
Ya en el segundo cuarto, todo Golden State contuvo la respiración: Stephen Curry se agarró el muslo tras un salto y tuvo que abandonar la cancha poco después. El diagnóstico: distensión en el muslo, su regreso en el segundo partido es incierto. Hasta ese momento, Curry había anotado 13 puntos en solo 13 minutos. Su baja supuso un gran revés. Sin embargo, el equipo reaccionó con notable serenidad.
Hield asume el papel de líder
Buddy Hield demostró una vez más que puede rendir en los grandes escenarios. Tras su gran actuación en el decisivo séptimo partido contra Houston, tampoco falló en Minnesota: 24 puntos, cinco de ocho triples. El tirador fue el eje central del juego ofensivo. Jimmy Butler también convenció con 20 puntos, once rebotes y ocho asistencias.
Draymond Green fue también un auténtico factor X. Conocido normalmente más por su solidez defensiva, el veterano anotó cuatro triples en la primera parte y terminó con 18 puntos. Los Warriors también se beneficiaron de su amplia rotación: en total, jugaron doce jugadores.
Debacle de los triples de los Timberwolves
La situación fue muy diferente para los Timberwolves: Minnesota tuvo una noche catastrófica desde la línea de tres. Naz Reid anotó el primer triple tras 16 intentos fallidos, cuando el equipo ya iba claramente por detrás. En total, los Wolves solo anotaron cinco de 29 tiros desde fuera (17,2 %).
La estrella Anthony Edwards fue uno de los pocos rayos de esperanza para los locales. Con 23 puntos y 14 rebotes, el joven escolta luchó contra la derrota, pero dejó escapar muchas oportunidades, sobre todo en la primera parte. Naz Reid (19 puntos) y Julius Randle (16) alcanzaron al menos los dos dígitos, pero no pudieron darle la vuelta al partido.
Los Warriors dan el primer golpe
Con la victoria a domicilio, los Warriors dan el primer golpe en la serie al mejor de siete, y eso sin su jugador más importante. Si Curry se pierde más partidos, será una verdadera prueba de carácter para el equipo de Steve Kerr. Para Minnesota, la consigna es clara: hay que reaccionar en el segundo partido.
