Timo Glock exige consecuencias tras la primera carrera del DTM por la forma de conducir de algunos rivales: por qué tuvo que contenerse en televisión y qué incidentes le molestan
El expiloto de Fórmula 1 Timo Glock no solo está descontento con su McLaren 720S GT3 Evo, que está siendo investigado en Woking por un problema grave, tras su regreso al DTM en Oschersleben, sino también con la deportividad de algunos rivales. En la carrera del domingo, «parecía que todos los que estaban ahí fuera pensaban que tenían que conducir como kamikazes», se quejó Glock tras su abandono en ProSieben.
Ahora tiene que «pensar muy bien lo que se puede decir en televisión» para no ganarse una multa cuantiosa. «No sé quién fue, pero en un momento dado recibí ocho golpes en el coche».
«En realidad, queríamos seguir hasta la segunda parada en boxes para que los chicos cogieran un poco de rutina y luego parar el coche, pero ya no tenía sentido», explica Glock sobre por qué retiró prematuramente el McLaren de Dörr. Según el director técnico Robin Dörr, el splitter delantero estaba «tan dañado» que se quería evitar «que pasara algo peor».
«Schuring se me metió por la mitad del coche en la última curva»
El piloto de 43 años se refiere principalmente a la fase inicial de la carrera para explicar los acontecimientos que le molestaron tanto el domingo. «No sé qué pretenden todos», dice. «Pero el nivel de conducción me dejó algunas dudas».
El abandono de Glock también se debió a la colisión con el novato de Landgraf-Mercedes, Tom Kalender, que como causante tuvo que pasar tres veces por la zona de penalización (lo que equivale a una penalización de 15 segundos). ¿Fue el incidente con el piloto más joven de la historia del DTM lo que sacó de quicio a Glock?
«No lo sé», responde Glock. «Solo sé que Schuring me rozó el coche en la última curva y Scherer en la curva del hotel, ahí atrás», dijo en referencia a los dos novatos Morris Schuring, del Manthey-Porsche, y Fabio Scherer, del HRT-Ford. «Y luego, al final, hubo… si fue el Mercedes, ¡fue el Mercedes!», dijo en el fragor de la batalla, sin estar seguro de si se trataba de Kalender.
«Lo que está pasando ahora es una lucha encarnizada».
En su caso, fueron principalmente los pilotos más jóvenes los que causaron problemas. «¡Por todas partes!», dijo Glock. También le llamó la atención que el segundo piloto del Ford Mustang, Arjun Maini, en la fase de salida «se moviera hacia atrás, hacia la izquierda y hacia la derecha, y dos veces de un lado a otro, y se metiera en la curva, donde pensé: «Vale, al final vas a romper el coche, ¡no vas a sacar nada de eso!»».
Glock ya notó este cambio en el comportamiento en los duelos en 2021, cuando el DTM pasó de los prototipos de Clase 1 a los vehículos GT3, más robustos, y desde entonces «ha ido extremadamente en esta dirección».
Con los coches de Clase 1, que generaban más carga aerodinámica, «no era tan extremo», afirma. «Todo el mundo sabía que no me servía de nada, porque acabaría destrozando las piezas aerodinámicas y entonces ya no habría nada que hacer. Pero lo que está pasando ahora es una lucha encarnizada. En mi opinión, se ha ido demasiado lejos».
Glock cree que la dirección de carrera debe intervenir
Glock exige ahora consecuencias. «Al final, la dirección de carrera y Sven también deben intervenir en consecuencia, lo que creo que ya hizo durante la carrera. Está claro que es espectacular, pero al final todos acabamos destrozando los coches», afirma, considerando que ahora le toca actuar al director de carrera Sven Stoppe.
Aunque aún no ha hablado con él al respecto, lo hará y está «ansioso» por la próxima reunión de pilotos en Lausitzring.
