Las duras críticas del árbitro al Real Madrid tras el 0-1 contra el Espanyol están teniendo repercusiones. Según informan varios medios de comunicación, La Liga ha presentado una denuncia ante la Federación Española.
La Liga ha presentado una denuncia ante la Comisión Disciplinaria de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) por la carta del Real Madrid tras el partido contra el Espanyol, según informan varios medios de comunicación españoles de forma coincidente. El presidente de la Liga, Javier Tebas, ya había anunciado el jueves pasado las consecuencias.
En la carta de protesta del Real Madrid se critica la actuación del árbitro, ya que Carlos Romero, del Espanyol, solo vio la tarjeta amarilla en lugar de la roja por una falta sobre Kylian Mbappé. Para colmo, desde el punto de vista de los madridistas, Romero fue también quien marcó el único gol del partido.
El Real Madrid tendrá que pronunciarse sobre las acusaciones, tras lo cual se iniciará una investigación. Si se abre un procedimiento, el club blanco deberá hacer frente a sanciones.
Tras el partido contra el Espanyol, el Real Madrid publicó una nota de protesta pública dirigida a la Federación Española de Fútbol, con copia al Gobierno y al Consejo Superior de Deportes (CSD). En ella se habla de «distorsión de la competencia», «fraude» y «manipulación». El partido en el Espanyol fue el «punto culminante de un sistema arbitral completamente deteriorado». Un sistema que es «sistemáticamente corrupto» y está preocupado por «protegerse a sí mismo».
La Liga y la RFEF reaccionan con incomprensión
La respuesta de Tebas, que se encuentra prácticamente en un pulso permanente con el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, por ejemplo, por la Superliga, no se hizo esperar. Acusó a los madrileños de tener una «mentalidad de víctima» y declaró: «Ahora han perdido completamente la cabeza. Se trata de desacreditar a La Liga». La RFEF denunció en un comunicado «el tono y la gravedad de las acusaciones, que cuestionan la integridad de los colegiados y el funcionamiento de la competición en su conjunto». La constante «deslegitimación del trabajo de los árbitros» crea un «clima de desconfianza».
Los árbitros ya han amenazado con protestar. En el derbi madrileño entre el Real y el Atlético (1-1), el dúo fue el centro de atención involuntario tras la presión ejercida públicamente. Dos escenas delicadas provocaron nuevos debates, pero estos se mantuvieron dentro de unos límites, sobre todo porque al final ninguno de los dos equipos pudo sentirse perjudicado.
