Marco Reus ha dado un punto al Los Angeles Galaxy en la MLS, y lo ha hecho por primera vez como capitán. El New York Red Bulls salvó un 2-2, pero perdió a su enfadado entrenador, Sandro Schwarz.
A la vista de la pésima temporada, casi se puede hablar de un repunte: el Los Angeles Galaxy logró un empate 1-1 en la noche del sábado al domingo (hora central europea) ante el San José Earthquakes, con lo que solo ha perdido uno de los últimos cuatro partidos, aunque también solo ha ganado uno, el único hasta ahora tras 20 jornadas en la MLS.
El vigente campeón, muy alejado de los primeros puestos, volvió a ir por detrás en el marcador tras el 0-1 de Beau Leroux (16′), pero gracias a Marco Reus consiguió sumar su noveno punto de la temporada. Tras un doble pase con el delantero Matheus Nascimento, el exjugador del Dortmund marcó su cuarto gol de la temporada en su segundo intento (70′). Lo más destacado: en ausencia de Maya Yoshida, que entró tarde en el campo, Reus capitaneó por primera vez a su equipo.
El líder de la Conferencia Oeste sigue siendo el recién llegado a la MLS, el San Diego FC, para el que el jugador de 22 años Tomás Ángel marcó en el sexto minuto del tiempo añadido el gol de la victoria por 3-2 ante el FC Dallas. Los tejanos habían llegado a ir ganando por 2-1. También siguen en la lucha por los play-offs los Seattle Sounders, que, tras quedar eliminados en la fase previa del Mundial de Clubes, volvieron a la liga nacional con una victoria por 2-0 sobre el Austin FC.
Rotsünder Schwarz: «Si alguien no está bien, hay que decirlo»
En el este, los New York Red Bulls consiguieron un punto que puede ser muy valioso contra el Minnesota United, tercero en la tabla del oeste. Eric Maxim Choupo-Moting asistió a Emil Forsberg en una jugada conjunta de dos exjugadores de la Bundesliga para marcar el 1-0 y, en el último minuto, anotó él mismo el 2-2 con su undécimo gol de la temporada, tras lo cual se vivieron momentos de gran tensión.
El entrenador del Red Bulls, Sandro Schwarz, vio la tarjeta roja por protestar al árbitro, que había pitado el final del partido en medio de un prometedor contraataque. «No es posible no decir nada», se justificó Schwarz, aún visiblemente alterado, en la rueda de prensa posterior. «Esto es fútbol profesional. Si alguien no está bien, hay que decirlo. ¡Es normal! No critico a nadie como persona, sino por su trabajo».
Que ahora vaya a perderse al menos un partido con su equipo no es bueno, por supuesto, según Schwarz, que da por hecho que cumplirá la sanción mínima. «No le dije nada al árbitro cuando vi la tarjeta roja. Me fui inmediatamente, me sorprendió a mí mismo lo rápido que fui». Los Red Bulls siguen séptimos en la Conferencia Este.




