Tras su caída en Le Mans, Fabio Quartararo critica el comportamiento de los comisarios de pista y muestra poca comprensión por su sanción
A la decepción por la caída de Fabio Quartararo en el Gran Premio de Le Mans, su carrera en casa, se sumó después de la carrera la molestia por una sanción para el próximo Gran Premio, que se disputará este fin de semana en Silverstone.
Los comisarios de carrera sancionaron al francés por «conducta irresponsable» hacia los comisarios de pista que le sacaron a él y a su Yamaha de la grava: tendrá que saltarse los primeros diez minutos de los primeros entrenamientos libres y pagar además una multa de 2000 euros.
Sin embargo, Quartararo se muestra decepcionado por la forma en que se gestionó la situación en el borde de la pista y critica el comportamiento de los comisarios.
«Mi moto no estaba dañada», aclara Quartararo. «La levanté yo mismo. Pero los comisarios no me ayudaron correctamente, no me empujaron, por lo que no pude volver a arrancar la moto».
Quartararo: Podría haber seguido
En televisión no se vio exactamente lo que pasó, por lo que al principio no estaba claro el estado de su moto. Sin embargo, Quartararo insiste: «No, no se rompió nada. Levanté la moto, pero el comisario no me empujó. Así no pude volver a arrancar». La frustración fue enorme.
El piloto de Yamaha intentó discutir con los comisarios, pero finalmente se rindió y se marchó enfadado. En retrospectiva, no cree que su comportamiento fuera inusual: «Para mí, lo que hice no fue una tontería. Muchos pilotos lo han hecho en el pasado sin ser sancionados».
«En mi caso, de repente fue una sanción», se queja. «Entiendo que quieran dar ejemplo, pero es extraño que siempre sea yo el primero en ser sancionado».
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— MotoGP™ (@MotoGP) 11 de mayo de 2025
Sin embargo, el centro de sus críticas se centra principalmente en la falta de coordinación de los comisarios de pista. «Le dije a la dirección de carrera: si los comisarios me hubieran empujado correctamente, habría podido volver a arrancar la moto».
Según Quartararo, entonces no habría habido discusión. «Pero uno me sujetó y otro me empujó, y eso no funciona con una moto de MotoGP. Se necesita un empujón fuerte y preciso». Así habría podido cambiar a su segunda moto en boxes para continuar la carrera bandera a bandera.
A pesar de su enfado, Quartararo también muestra comprensión por la situación: «Sé que es una situación estresante, también para los comisarios. Pero si quieres ayudar, hazlo bien. O bien bien, o no lo hagas. Tal y como ha ido, no ha sido posible».
¿Una sanción demasiado dura e inconsistente?
Por lo tanto, el piloto de Yamaha solo acepta con reservas que finalmente se le haya sancionado por la situación. «Si quieren sancionarme, está bien, lo entiendo. Pero también hay que ver lo que han hecho los comisarios», advierte.
«No es solo mi responsabilidad. Puede que me enfadara y no quisiera dejar la moto a un lado, es cierto. Pero los comisarios también tienen una responsabilidad: empujarme con fuerza, no que uno me sujete y otro me empuje. Eso también hay que tenerlo en cuenta».
La sanción se basa en el artículo 1.21.2 del reglamento, que exige un comportamiento responsable dentro y fuera de la pista. Según la Federación Internacional de Motociclismo (FIM), las acciones de Quartararo infringieron las instrucciones directas de los comisarios de pista y crearon un peligro potencial para él y para los demás.
El piloto de Yamaha espera ahora que haya más coherencia en el futuro, tanto en la valoración de los incidentes como en el comportamiento de los comisarios de pista: «Si todos reciben el mismo trato, lo acepto. Pero hay que tener en cuenta toda la situación, no solo lo que pone en el papel».




