Aunque los Wolverhampton Wanderers volvieron a marcar contra el Manchester United por primera vez desde finales de octubre, al final perdieron por goleada. El capitán del United, Bruno Fernandes, sumó tres puntos en el marcador.
El Wolverhampton había perdido sus últimos ocho partidos oficiales, y su último gol en la liga lo marcó el 26 de octubre contra el Burnley (2-3). Al final de la jornada 15, Rob Edwards, que ocupa el cargo desde mediados de noviembre, se enfrentó al ManUnited, que recientemente no había pasado del 1-1 contra el West Ham. Ruben Amorim realizó un cambio y sacó a Mount por Zirkzee (banquillo).
La inseguridad de los locales se hizo notar desde el principio y se tradujo en dos remates peligrosos de Diogo Dalot (8′) y Mbeumo (9′), que Johnstone logró atajar.
Sin embargo, en el minuto 25, el portero del Wolves acabó cediendo cuando Bruno Fernandes empujó el balón a la red a pesar de un pase impreciso de Matheus Cunha.
Bellegarde pone fin a la sequía goleadora del Wolverhampton
Los Red Devils desperdiciaron una doble oportunidad de Mbeumo y Matheus Cunha (29′) para ampliar rápidamente su ventaja y, de repente, perdieron cada vez más el control del partido. Los locales intensificaron su juego, forzaron más recuperaciones de balón e incluso desarrollaron una fase de presión. Por eso, no fue una sorpresa que, finalmente, antes del descanso, tras unos 550 minutos sin marcar, lograran empatar: tras un pase de Möller Wolfe, Bellegarde marcó su primer gol de la temporada en el segundo minuto del tiempo añadido.
El ManUnited se aleja tras el descanso
Tan activos como se habían ido los Wolves al descanso, tan pasivos salieron del vestuario. A los primeros intentos de Mbeumo (48′) y Matheus Cunha (50′) siguió la nueva ventaja del United por medio de Mbeumo, que se benefició de la alta línea defensiva del rival y solo tuvo que empujar el balón (51′).
Los locales no abandonaron su estilo defensivo proactivo, pero extremadamente arriesgado, en el transcurso del partido, y eso les pasó factura. Por ejemplo, en el minuto 62, cuando Mount aprovechó un pase milimétrico de Bruno Fernandes para marcar el 3-1 para los visitantes.
Penalti por mano en los últimos minutos para los visitantes
Wolverhampton ya no mostraba nada en ataque, sino que el equipo local tenía grandes dificultades para evitar que la ya de por sí aterradora diferencia de goles empeorara aún más. Sin embargo, el colista tuvo que encajar al menos un gol más: tras una mano de Mosquera, Bruno Fernandes marcó su doblete desde los once metros (82′).
Mientras que los Wolves, que el próximo sábado visitan precisamente al líder de la tabla, el Arsenal (21:00 h), siguen con unos escasos dos puntos, el ManUnited no volverá a jugar hasta el próximo lunes. Entonces, los Red Devils se enfrentarán al Bournemouth en Old Trafford (21:00 h).






