El París Saint-Germain vuelve a ser el gran favorito para ganar la nueva temporada de la Ligue 1. Sin embargo, los equipos que le siguen en la segunda línea del fútbol francés se han reforzado considerablemente durante el verano.
PSG: inquietud al inicio, pero pocas incógnitas
A pesar del dominio que ha mostrado el París Saint-Germain en la Ligue 1 desde la llegada del Qatar en 2011, todavía hay un nuevo récord que batir en la nueva temporada: el quinto campeonato nacional consecutivo, algo que ni siquiera el PSG ha conseguido hasta ahora, ya que el AS Mónaco y el Lille OSC le arrebataron temporalmente el título.
Que vuelva a suceder este año parece poco probable. No porque la competencia no haya recuperado terreno, sino porque el PSG lleva unos dos años sin ponerse trabas a sí mismo: puede que el PSG ya no cuente con los nombres más importantes desde la llegada de Catar, pero sí con el mejor equipo. Solo por eso, porque es un equipo. El colectivo bien compenetrado que conquistó de manera impresionante el título de la Liga de Campeones se ha mantenido casi intacto, y todos deben someterse a la clara idea de juego del exitoso entrenador Luis Enrique, incluso Gianluigi Donnarumma.
La dimisión del portero italiano promete cierta inquietud al comienzo de la temporada, y por mucho que se echará de menos la clase de Donnarumma bajo los palos en la defensa del título, tanto se echará en falta en el equipo, sobre todo en la liga, donde el PSG suele ahogar a sus rivales con un fútbol de posesión, que en el futuro Lucas Chevalier defienda la portería, un portero que, a diferencia de Donnarumma, tiene sus puntos fuertes en la construcción del juego. Sin embargo, hay que decir que si el cambio de Chevalier por Donnarumma se considera realmente un éxito no se decidirá en la Ligue 1, lo que probablemente se aplique a toda la temporada del PSG.
Marsella: «obras maestras» y una rivalidad inexistente
Los seguidores del Olympique de Marsella mantienen una relación ambivalente con su entrenador. Por un lado, Roberto De Zerbi, con su carácter emocional, encaja perfectamente en el Velódromo, un estadio con un ambiente inigualable en todo el país, pero, por otro lado, su franqueza también molesta en algunos momentos. Por ejemplo, cuando a finales de julio, en una entrevista, dijo sobre el partido más importante del fútbol francés, sobre todo para los aficionados: «El PSG contra el Marsella no es una rivalidad para mí. Si la gente quiere llamarlo «Le Classique», que lo haga, pero seamos sinceros: el PSG era simplemente más fuerte como equipo».
Declaraciones que, a pesar del éxito deportivo de De Zerbi en su primera temporada, no han sido bien recibidas por todos, sobre todo porque, al final de la temporada, ya atribuyó la debilidad de su equipo ante su propio público (solo séptimo en la clasificación local) al «aterrador» ambiente del Velódromo y afirmó que los aficionados eran «a veces un motor, pero a veces también un freno» para su equipo. A pesar de todo, De Zerbi sigue siendo la gran esperanza en su segundo año en Marsella, quiere implementar aún más su estilo caracterizado por un juego posicional claro y aportar más estabilidad, porque «si somos más constantes, daremos un paso adelante».
Para ello, el director deportivo Medhi Benatia ha invertido mucho dinero y ha fichado a Igor Paixao, el traspaso más caro de la historia del club. A esto se suma el regreso de Pierre-Emerick Aubameyang, que amplía el grupo de jugadores experimentados en torno a Adrien Rabiot, Pierre-Emile Höjbjerg y el portero Geronimo Rulli, y que, como mínimo, debería tener su valor como comodín. De Zerbi califica de «obras maestras de Benatia» el hecho de que este no haya pagado ningún traspaso por el técnico del Lille Angel Gomes, el defensa central del Burnley CJ Egan-Riley y el cedido por la Juventus Timothy Weah. Ahora tiene que hacer otra para que Le Classique vuelva a ser una rivalidad.
Mónaco: un eje experimentado y un fichaje estrella
Thiago Scuro es un hombre que no se anda con rodeos. «No importa si hemos alcanzado nuestro objetivo», declaró el director general del AS Mónaco pocos días después de la última jornada de la temporada pasada, en la que el Mónaco se clasificó por los pelos para la Liga de Campeones. «Teníamos que haberlo hecho mejor. Para estar regularmente en lo alto de la Ligue 1, tenemos que hacer más». Y, de hecho, ha hecho más de lo habitual con su equipo en el mercado de fichajes hasta ahora. El objetivo claro: dar más experiencia y más carácter a un equipo con talento.
Scuro también explicó los periodos de debilidad de la pretemporada por la falta de mentalidad y liderazgo en el joven equipo. Además de Paul Pogba, que atraerá más atención al Stade Louis II, que suele estar poco concurrido, el AS fichó en verano a Eric Dier, procedente del Múnich, y a Lukas Hradecky, del Leverkusen, dos jugadores con amplia experiencia internacional que formarán un nuevo eje central en torno al cual podrán orientarse los grandes talentos como Lamine Camara, Mika Biereth o Maghnes Akliouche, siempre y cuando sigan en el equipo.
Akliouche seguirá siendo probablemente el nombre más sonado en el mercado de fichajes hasta el cierre del mismo. El canterano ha despertado el interés de varios clubes europeos de primer nivel, pero Scuro se muestra inflexible y ya adelantó en mayo que «no hay muchos clubes que puedan permitirse un traspaso de esta envergadura». Si al final no hay ninguno y Akliouche se queda en Mónaco con su gran mentor, Adi Hütter, el AS podría convertirse en el principal rival del PSG en la nueva temporada.




