La estrella del tenis Carlos Alcaraz y su entrenador Juan Carlos Ferrero se separan con efecto inmediato, a pesar de que su colaboración ha sido muy exitosa. ¿Cuáles son los motivos?
La estrella española del tenis Carlos Alcaraz ha anunciado de forma totalmente inesperada el fin de su colaboración con el exitoso entrenador Juan Carlos Ferrero. «Empezamos este viaje cuando yo era todavía un niño y tú me has acompañado en una aventura increíble, tanto dentro como fuera de la pista. He disfrutado cada paso contigo. Hemos llegado a la cima y creo que, si nuestros caminos deportivos deben separarse, es precisamente ahí», escribió el número uno del mundo en las redes sociales.
Ferrero (45) acompañó a Alcaraz (22) durante siete años como entrenador y convirtió al que fuera un talento excepcional en una estrella mundial del tenis. Con el antiguo número uno del mundo en su equipo, Alcaraz ganó, entre otros, seis títulos de Grand Slam. Junto al italiano Jannik Sinner, es actualmente el mejor tenista del mundo.
El entrenador estrella admite: «Quería seguir más tiempo»
En un primer momento no se conocieron los motivos exactos de la separación. Sin embargo, las palabras de despedida de Ferrero en Instagram sugieren que la decisión no fue suya: «Ojalá hubiera podido seguir más tiempo. Estoy convencido de que los buenos recuerdos y las buenas personas siempre vuelven a encontrarse».
Alcaraz eligió palabras elogiosas para despedirse de su compatriota español. «Me has ayudado a crecer como deportista, pero sobre todo como persona», escribió. Ahora, sin embargo, se avecina «una época de cambios que traerá consigo nuevas aventuras y proyectos». «Pero estoy seguro de que lo superaremos con nota y, como siempre, daremos lo mejor de nosotros mismos. Siempre en estrecha colaboración». Ferrero, que anteriormente también había entrenado a la estrella alemana del tenis Alexander Zverev, agradeció a Alcaraz «la confianza, el compromiso y el hecho de que me hayas hecho sentir tan especial con tu forma de competir. Te deseo todo lo mejor, tanto en lo profesional como en lo personal». Cierra este capítulo «con nostalgia, pero también con orgullo y ilusión por lo que pueda venir».






