Hoy viernes vuelve a ser el gran día. En la Euroliga, el Partizan y el Estrella Roja de Belgrado se enfrentan en un duelo directo. Es el derbi más emocionante de Europa, y alguien lo ha vivido de cerca en varias ocasiones. Le hemos preguntado a Maik Zirbes.
Las condiciones previas a este derbi no podrían ser más diferentes. Mientras que el Estrella Roja cambió de entrenador tras solo dos partidos y luego avanzó hasta el grupo de cabeza de la Euroliga, en el Partizan sigue reinando el caos.
Aunque se ganaron los dos primeros partidos tras la dimisión (y todas las secuelas) de Zeljko Obradovic, no se puede evitar la sensación de que el ambiente podría cambiar en cualquier momento.
El partido contra el Bayern fue simplemente extraño, ya que el propio equipo fue abucheado durante toda la primera parte. La situación sigue siendo tensa en el Partizan, que había comenzado la temporada con grandes esperanzas y ahora vuelve a ir un poco a la zaga.
Zirbes: El respeto es mutuo
¿Qué podría ayudar más que una victoria en el eterno derbi? Un partido que ya no causa sensación dentro de las fronteras serbias. Alguien que lo entiende perfectamente es el exjugador internacional Maik Zirbes. En el ocaso de su carrera, el pívot regresó a su país natal en el verano de 2023 para jugar en el VET-CONCEPT Gladiators Trier, tras haber estado tres veces bajo contrato con el Estrella Roja.
En total, el pívot disputó 215 partidos oficiales con el «Zvezda», ganó nueve trofeos y fue nombrado MVP de la final de la liga serbia en 2016. A sus 35 años, sigue siendo muy popular en la capital serbia. «Siempre me han tratado con respeto», afirma Zirbes a basketball-world.news. «Si vas a un restaurante y el camarero es aficionado del Partizan, te dice que juegas en el equipo equivocado, pero también te destaca que eres un buen jugador».
Con Zirbes, los rojiblancos solían llevar la ventaja, y solo desde hace unos años, tras unos años turbulentos en los que estuvo al borde de la quiebra, el Partizan ha vuelto a recuperar terreno. Sin embargo, eso no ha hecho que los partidos sean menos emocionantes. «De repente hay mucha seguridad, pero también policía e incluso militares. Enseguida te das cuenta de que ese partido no es normal».
Belgrado Arena: abrumado por el tamaño
Las emociones suelen desbordarse, los dos equipos serbios tienen que pagar regularmente multas por las faltas de sus aficionados, mientras que la Euroliga se regodea en las redes sociales con las evocadoras imágenes del Belgrado Arena. «El tamaño del pabellón te abruma por la cantidad de gente que hay. Es una locura», dice Zirbes sobre el pabellón, aunque también ha vivido derbis en el antiguo y más pequeño pabellón Pionir (Aleksandar Nikolic), que a menudo se llenaba hasta los topes en estas ocasiones.
El baloncesto en Serbia es simplemente una religión. Incluso el Estado invierte cada año varios millones de euros en los dos clubes más importantes, lo que realmente no molesta a nadie. «Celebro la pasión con la que siguen este deporte», dice Zirbes, que también sabe lo delgada que puede ser la línea que separa la pasión del fanatismo.
«Una vez me escupieron y me tiraron cosas, pero, por lo demás, gracias a Dios no he tenido experiencias negativas». Más bien, el pívot sigue a su antiguo equipo lo mejor que puede. Menos que últimamente, ya que la familia Zirbes ha crecido, pero el derbi es simplemente una cita obligatoria. «Siempre invito a todo el equipo al partido y lo vemos todos juntos». Y no solo los habitantes de Tréveris lo ven. A principios de año, Shaquille O’Neal también manifestó su interés en ver este partido al menos una vez en directo. ¿Será este viernes? Probablemente no, pero dada la situación actual de ambos equipos en la Euroliga, podría ser un partido especialmente emocionante.
