Alexander Zverev lucha contra la tecnología, su rival y consigo mismo, pero acaba pasando a la siguiente ronda en Madrid.
Con rabia, el apoyo de un famoso y una buena dosis de suerte, Alexander Zverev ha evitado una temprana eliminación en el Masters de Madrid sobre tierra batida. Con un 2-6, 7-6 (7-3) y 7-6 (7-0) en contra, el hamburgués se desesperó por la tecnología, que había visto una pelota muy ajustada de su rival, Alejandro Davidovich Fokina, de forma muy diferente a él: dentro de la línea. Zverev sacó su móvil del bolsillo y fotografió la huella.
Por ello recibió una advertencia. Al menos, el jugador de 28 años no perdió los nervios y ganó primero el tie-break para igualar el set y, tras 2:44 horas, también el siguiente. En su palco, el famoso aficionado Toni Kroos también celebró la séptima victoria consecutiva de Zverev.
«Ha sido un día con muchos altibajos. Él ha estado excepcional en el primer set, yo he jugado fatal», declaró Zverev, que había perdido los diez primeros puntos del partido: «No sabía qué estaba pasando, fallaba todo, a la izquierda, a la derecha, al centro».
Zverev aún no está en forma para Roland Garros
La semana anterior, Zverev había salido de su crisis de forma al ganar el torneo de Múnich, y ahora quiere seguir adelante en Madrid, donde las posibilidades son más favorables que nunca. El líder del ranking, Jannik Sinner (Italia), está sancionado, y Carlos Alcaraz (España), lesionado. El campeón récord de Grand Slam, Novak Djokovic (Serbia), y el defensor del título, Andrej Rublev, ya han quedado eliminados.
Sin embargo, en Madrid no será más fácil. En octavos de final, Zverev se enfrentará a Francisco Cerúndolo, contra quien ya perdió este año en tierra batida en Buenos Aires, donde además se enfrentó al público. No obstante, es una buena oportunidad para tomarse la revancha y seguir avanzando hacia el gran objetivo de la temporada.
Zverev busca otra válvula de escape
Aún no está en forma para el Abierto de Francia en París (a partir del 25 de mayo), donde Zverev tiene sus mejores opciones de ganar su primer título de Grand Slam. No habría podido quejarse de una derrota contra el incómodo Davidovich Fokina.
El primer set se le escapó por completo a Zverev, que no despertó hasta el 0-4, pero siguió mostrando una extraña indecisión. En el segundo set, Davidovich Fokina, animado por los aficionados españoles en la Caja Mágica, desperdició una gran oportunidad de romper el servicio en el 5:4, su sencillo revés acabó en la red y Zverev pudo respirar, aunque prefirió buscar otra válvula de escape.
La decisión del «electronic line calling», que se utiliza desde hace poco también en tierra batida, no le gustó nada a Zverev. Incluso después de igualar el set, seguía molesto por la huella, a pesar de que él mismo había pedido ayuda técnica en su superficie favorita. «Me parece bien, porque así no hay más decisiones erróneas», dijo. Ahora intuía un «error en el sistema».
