La derrota ante el BVB no cambia el hecho de que el TSG está haciendo una buena temporada. Sin embargo, si se clasifica para la competición internacional, se enfrentará a problemas con la UEFA.
Tras seis partidos de Bundesliga sin conocer la derrota, el TSG Hoffenheim cayó derrotado por 0-2 (0-1) ante el Borussia Dortmund el domingo por la noche. No es un drama, ya que el equipo del entrenador Christian Ilzer sigue cuajando una gran temporada, lo que se refleja en que sigue quinto en la tabla y en camino de clasificarse para la Copa de Europa.
A la pérdida de millones en 2024 le siguió una «aportación adicional» de Hopp
Sin embargo, si el equipo de Kraichgau logra clasificarse para una de las competiciones de clubes de la UEFA, se enfrentará al menos a las amenazas de la Cámara de Control Financiero de la Confederación. Dadas las circunstancias, es poco probable que el TSG haya cumplido las normas financieras de la UEFA en el periodo de tres años que se está considerando. Las denominadas «normas de sostenibilidad» establecen que, durante un periodo de tres temporadas, se pueden compensar pérdidas por un importe máximo de 60 millones de euros, y en casos excepcionales de hasta 90 millones, mediante aportaciones de inversores. En 2022, la UEFA aprobó estas normas como sucesoras del denominado Fair Play Financiero 2.0.
El problema para el Hoffenheim: ya en 2023/24, el club registró unas pérdidas de 24,9 millones de euros, que, según las cuentas consolidadas, fueron asumidas por el «socio silencioso atípico», es decir, Dietmar Hopp, y que, por lo tanto, se dedujeron de su aportación. En agosto de 2024, Hopp aportó otros 80 millones de euros para financiar fichajes escandalosamente caros, como los de Adam Hlozek o Alexander Prass. Esto no es compatible con las normas financieras. Y también en la temporada actual, el multimillonario parece haber vuelto a aportar fondos.
Schicker: «Este año volverá a ser necesario»
Al menos así se pueden entender las declaraciones del director deportivo Andreas Schicker en el programa Sport-1-Doppelpass. El austriaco dijo el domingo pasado: «Dietmar Hopp ha realizado aportaciones repetidamente en los últimos años, y este año volverá a ser necesario en un área». También es interesante que, en 2023, Hopp concedió un préstamo de 30 millones de euros, con el que la dirección deportiva de entonces fichó, además de a Anton Stach, a Mergim Berisha, que curiosamente era cliente del amigo de Hopp, Roger Wittmann. Hoy en día, Berisha ni siquiera forma parte de la plantilla profesional, y otros clientes caros de Rogon, como Attila Szalai o Stanley Nsoki, también fracasaron, mientras que los jugadores más baratos de esta agencia, como Tim Lemperle o Fisnik Asllani, prometen altos valores de reventa.
Schicker tendría que generar precisamente eso para evitar problemas con los inspectores de la UEFA en caso de clasificarse, por ejemplo, para la Europa League, lo que, sin embargo, iría en detrimento de la calidad deportiva. Recientemente, el Chelsea FC fue condenado a pagar una multa de 31 millones de euros y, además, los Blues deben presentar un balance de transferencias positivo hasta 2027. El FC Barcelona debe lograrlo incluso hasta 2026 y pagar 15 millones de euros. Por lo general, la Asociación Europea de Fútbol celebra con los clubes los denominados «acuerdos de liquidación» para este fin.
