El ganador récord de Grand Slam resbaló violentamente en los cuartos de final de Wimbledon. Ahora le espera Jannik Sinner.
¿Suerte en la desgracia o herido contra el número uno? Novak Djokovic se ha mostrado cautelosamente optimista tras su susto en los cuartos de final de Wimbledon. «Ha sido una caída fea, muy desafortunada. Estas cosas pasan en la hierba», dijo el serbio. Sin embargo, tiene la esperanza de que «no sea grave» y de poder jugar «sin dolor» en la semifinal del viernes contra Jannik Sinner.
En su victoria en cuatro sets sobre el italiano Flavio Cobolli, Djokovic resbaló mal en su segundo punto de partido y cayó de bruces. Tardó en levantarse y se estiró, pero solo parecía ligeramente afectado y finalmente aprovechó su tercer punto de partido para ganar.
«Es evidente que mi cuerpo ya no es el mismo que antes, así que creo que ya notaré los efectos», explicó el jugador de 38 años, que dio algunos detalles sobre su programa de entrenamiento: «Tengo unas diez personas en mi equipo que se ocupan a diario de todos y cada uno de los aspectos de mi carrera, así como de mi preparación y recuperación».
Dijo que ahora está un poco agotado por las tareas que tiene que realizar a diario para mantener su cuerpo en forma a pesar de su avanzada edad en el tenis: «Tengo que pasar muchas horas fuera de la pista, en el gimnasio o en la mesa para trabajar con lo que tengo», dijo Djokovic. En la semifinal contra Sinner, necesitará estar en plena forma para conseguir su histórico 25.º triunfo en un Grand Slam.




