En el paddock de MotoGP, tener un asistente personal es casi la norma, pero Luca Marini ha optado por otro camino: se centra en procesos claros y en la confianza en su equipo
Casi todos los pilotos de MotoGP cuentan con un asistente personal que les ayuda en las diferentes tareas de un fin de semana de carrera. Entre ellas se incluyen tareas organizativas, como la preparación del casco y el apoyo mental.
El campeón del mundo Marc Márquez, por ejemplo, lleva muchos años contando con José Luis Martínez a su lado. Lo que comenzó como una relación de compañeros de entrenamiento en motocross se convirtió en una estrecha amistad. Francesco Bagnaia cuenta con el apoyo de su hermana mayor, Carola.
Pedro Acosta también confía en su hermana mayor, Miriam, que le acompaña a las carreras. Fabio Quartararo lleva años contando con su buen amigo Thomas Maubant como asistente personal y ayudante en el paddock.
Por otro lado, Luca Marini prescinde de un ayudante y asistente personal durante los fines de semana de carrera. «Sí, pero también tenemos a mucha gente a nuestro alrededor que trabaja con nosotros y nos ayuda cuando necesitamos apoyo», opina el italiano. «Por ejemplo, la gente de AGV y Dainese: cuando necesito su ayuda, están ahí. Si necesito ayuda de alguien del equipo, todos están ahí para ayudarme. Me las arreglo bien con todo. Es simplemente un método».
Marini lo ve de forma pragmática: «Cuando tienes el calendario completo antes del fin de semana, ya sabes cuándo tienes que ir a cada sitio o qué citas tienes o no. Eso me gusta. Y estar solo nunca me ha dado miedo. Estoy muy bien así».
De vez en cuando, su mujer Marta y su hija le acompañan a las carreras. Sin embargo, esto es más la excepción que la norma: «Si mi familia puede venir, por supuesto que soy aún más feliz, con mi mujer y mi hija».
«Pero me gusta estar muy cerca de mi equipo e intento rodearme de buena gente. Porque creo que pasamos muchos días lejos de casa y es importante tener una buena relación con el equipo».
«Por eso no necesito un asistente con el que pasar el tiempo. Siempre quiero pasar el tiempo con mi equipo». Con su cambio a Honda, Marini ha intentado integrarse en el equipo no solo técnicamente, sino también humanamente.
De este modo, todos deben remar en la misma dirección durante el difícil proceso de recuperación. «Es algo que he aprendido con mi experiencia», dice Marini. «También observando a «Vale». Cuando llegué a HRC, todo el mundo me hablaba de Marc».
Marc Márquez tenía un fuerte vínculo con su equipo Honda. Este año ha trabajado para crear un buen ambiente en Ducati, para reunir a los miembros del equipo a su alrededor y recorrer juntos el último tramo hacia el éxito. «Vale también fue siempre fantástico con su equipo», recuerda Marini. «Siempre intentó tener una buena relación. Al final, «Vale» se quedó con el mismo equipo durante toda su vida. Al final, eran como una familia».
La actitud de Marini es un ejemplo de una forma alternativa de abordar las crecientes exigencias de MotoGP. Mientras que muchos pilotos recurren a asistentes, el italiano confía deliberadamente en estructuras claras, la responsabilidad personal y una estrecha colaboración dentro del equipo.
