Unos tres meses después de la victoria en el Campeonato de Europa, el dúo de entrenadores de la selección alemana, Alex Mumbru y Alan Ibrahimagic, así como Dennis Schröder, fueron invitados al programa de Markus Lanz para repasar el año. El capitán de la DBB aprovechó la oportunidad para disculparse con su entrenador por el doloroso choque tras la final del Campeonato de Europa. Este reaccionó con emoción.
Antecedentes: inmediatamente después de anotar el gol de la victoria antes del pitido final, Schröder corrió hacia el español y, lleno de euforia, le dio un fuerte empujón en el pecho. Las imágenes de televisión mostraron que Mumbru, que en ese momento todavía sufría las secuelas de su pancreatitis, reaccionó con una mueca de dolor.
«Después del último lanzamiento que marqué, me olvidé y le di un empujón muy fuerte», recuerda el jugador de 31 años. «En ese momento no me di cuenta de que no se encontraba bien, como se puede ver en su expresión facial. Por eso quiero volver a disculparme con él aquí».
Al mismo tiempo, el capitán de la DBB aprovechó la oportunidad para elogiar la resiliencia de su entrenador jefe de la selección nacional: «Lo ha dado todo para estar en el banquillo», dijo Schröder sobre Mumbru. «El mensaje del equipo era que teníamos que luchar por Alex y ganar el oro por él».
A Mumbru se le llenan los ojos de lágrimas tras las palabras de Schröder
Al español, que, a diferencia de Schröder, conectado virtualmente, estaba presente en el estudio de televisión, se le llenaron los ojos de lágrimas: «Por supuesto, esto es muy emotivo para mí», respondió Mumbru conmovido. «Yo era prácticamente el nuevo que iba a llegar a un equipo ganador, con una gran química dentro del equipo. Solo quería ayudar para que siguieran ganando. Son ganadores, tanto dentro como fuera de la cancha».
Como Mumbru se perdió gran parte del Campeonato de Europa por enfermedad, su asistente Alan Ibrahimagic ocupó con gran éxito el puesto de entrenador jefe. Sin embargo, «no tenía muy claro» que se daría esta situación. «Cuando me di cuenta, ya era demasiado tarde», dijo el técnico de 47 años, lo que provocó las risas del público. «Al principio no sabíamos exactamente de qué se trataba, solo que no pintaba bien. Pero nadie quería o podía decirnos realmente lo grave que era, así que, sinceramente, ni siquiera lo pensé». Unas horas antes del partido se aclaró la situación. «En cualquier caso, fue mejor así», dejó claro Ibrahimagic. La gran química del equipo también ayudó. El resto es historia.
