A partir de la nueva temporada, la Premier League aplicará nuevas reglas de juego limpio financiero basadas en las de la UEFA. Sin embargo, se rechazó una propuesta aún más estricta.
Las famosas «reglas de rentabilidad y sostenibilidad» de la Premier League pronto serán historia. El viernes, la mayoría de los clubes de la Premier League votaron a favor de sustituir las actuales reglas de rentabilidad y sostenibilidad por un nuevo conjunto de normas de juego limpio financiero que limita las inversiones en la plantilla al 85 % de los ingresos relacionados con el fútbol.
Hasta el final de la temporada actual, los clubes no podrán acumular más de 105 millones de libras (aproximadamente 119 millones de euros) en pérdidas durante un período de tres años, aunque la suma solo será de 39 millones de libras (aproximadamente 44 millones de euros) si un club no ha jugado en la Premier League durante una de las tres últimas temporadas.
La nueva norma, denominada Squad Cost Ratio (SCR), se centra en los gastos de los clubes que afectan directamente a lo que ocurre en el campo y se basa en las directrices de la UEFA. A diferencia de la Premier League, que se aplica a una temporada, esta norma se aplica a un año natural y establece una cuota del 70 % para los participantes en la Copa de Europa, por lo que es mucho más estricta.
Las inversiones en infraestructura ya no están limitadas
Esto explica también por qué los clubes más importantes no se opusieron a la reforma. Según informan de forma coincidente los medios de comunicación ingleses, los seis clubes que votaron en contra fueron el Bournemouth, el Brighton, el Brentford, el Crystal Palace, el Fulham y el Leeds. Según los cálculos de The Athletic, en la situación actual, el Bournemouth (104 %) y el Fulham (91 %), entre otros, incumplirían claramente la nueva norma.
Según la Premier League, los costes afectados, que se limitan al 85 % de los ingresos, incluyen principalmente los salarios de los jugadores y entrenadores, los honorarios de los asesores y los gastos de traspaso. En consecuencia, las inversiones en infraestructura, como el estadio, ya no estarán limitadas en el futuro. Por el contrario, ya no será posible evitar sanciones mediante ingresos que no estén directamente relacionados con el fútbol. Así, el Chelsea causó recientemente un gran revuelo con la venta de hoteles y de todo el equipo femenino.
Solo siete clubes votaron a favor de la variante más estricta
Se quería «dar a todos los clubes la oportunidad de aspirar a mayores éxitos y, al mismo tiempo, proteger el equilibrio competitivo y el atractivo de la liga», explica la Premier League sobre la reforma. Las infracciones se castigarán con una sanción en dos fases: quien supere el límite del 85 % en un máximo de 30 puntos porcentuales recibirá una multa. Por encima de ese límite, se aplicarán sanciones deportivas, como la deducción de puntos.
Sin embargo, otra propuesta para endurecer las normas de juego limpio financiero fue rechazada en la reunión de la liga: con el denominado «top-to-bottom-anchoring», los gastos de los clubes se habrían limitado a un límite vinculado a los ingresos del último clasificado de la Premier League. En lugar de los 14 votos a favor necesarios, se obtuvieron siete, mientras que doce clubes votaron en contra, con una abstención.




