En el FC Liverpool aún no se ha disipado el malestar por el gol anulado a Virgil van Dijk en el partido estrella contra el Manchester City. Los Reds han recurrido ahora al máximo organismo arbitral.
Arne Slot insistió varias veces, por seguridad, en que su equipo había llegado al descanso con un merecido 0-2 en contra. Sin embargo, el entrenador del Liverpool FC se sintió tratado injustamente tras la derrota por 3-0 ante el Manchester City el domingo. ¿Por qué no se había concedido el gol de cabeza de Virgil van Dijk que habría supuesto el 1-1 provisional?
El capitán de los Reds saltó en el minuto 38 tras un saque de esquina y envió el balón al fondo de la red por la esquina inferior derecha. Sin embargo, como Andy Robertson, que se encontraba en fuera de juego y en la trayectoria del balón, se había agachado en el área de cinco metros, el árbitro Chris Kavanagh decidió, tras algunas dudas, anular el gol. El VAR Michael Oliver revisó la jugada, pero confirmó la decisión. Robertson estaba en fuera de juego «y realizó una acción evidente justo delante del portero», según la explicación que apareció en la pantalla de vídeo del Etihad Stadium.
Los jugadores del Liverpool, que poco después encajaron el 0-2 definitivo con un disparo desviado de Nico, siguen dudando de ello. Según informan de forma unánime los medios de comunicación ingleses, el campeón, que ha caído al octavo puesto, se ha dirigido a la Professional Game Match Officials (PGMO), la máxima organización arbitral del fútbol inglés dirigida por Howard Webb, y ha presentado una queja.
El Liverpool considera que la línea de visión de Donnarumma no se vio afectada
El club acepta la derrota contra el ManCity, pero opina que el incidente no debe aceptarse sin oposición o revisión, escribe la BBC. El Liverpool argumenta, basándose en numerosas perspectivas de cámara, que la línea de visión de Gianluigi Donnarumma no se vio afectada en absoluto.
Según la regla 11, un jugador en fuera de juego influye de forma punible en un adversario si «le impide jugar o poder jugar el balón al obstaculizarle claramente la visión; entra en contacto con ese oponente para disputarle el balón; intenta claramente jugar el balón cerca de él, si esta acción afecta a un oponente; se vuelve claramente activo y, por lo tanto, afecta claramente a la posibilidad del oponente de jugar el balón».
Los Reds no consideran que se cumpla esto en la escena en cuestión, por lo que el descontento con el VAR Oliver, que no puso ninguna objeción, es especialmente grande. Sin embargo, deben tener claro que ahora tienen problemas más graves. «El 1-1 habría sido el mejor regalo que podríamos haber recibido en el descanso», declaró Slot tras el partido. «Antes del descanso, ellos fueron mejores que nosotros en todos los aspectos».
