Tres días después del 0-6 contra el RB Leipzig, el FC Augsburg no ha dado una respuesta positiva. Al contrario: el 0-1 contra el VfL Bochum, equipo de segunda división, marca un nuevo mínimo bajo el entrenador Sandro Wagner.
El martes por la noche en Augsburgo, los espectadores neutrales pudieron recordar un poco a Günter Netzer, Gerhard Delling, Waldemar Hartmann y el legendario arrebato del entonces seleccionador de la DFB, Rudi Völler, tras el 0-0 en Islandia en septiembre de 2003. En aquel entonces se trataba de mínimos y mínimos aún más bajos, y la triste situación actual del FCA lleva a preguntarse qué fue peor: ¿el 0-6 contra el Leipzig o ahora la eliminación de la copa por 0-1 contra el Bochum?
El Bochum ganó merecidamente
La respuesta es: el Bochum. Considerado de forma aislada, un 0-6 contra un equipo como el Leipzig, con jugadores rápidos y muy talentosos, puede ocurrir. Salió mal, pero hay que pasar página. Lo que debería dar que pensar a todos los responsables del FCA es la reacción tres días después. Esta brilló por su ausencia, ya que en el campo no se apreció ninguna diferencia entre el equipo de primera división y el 17.º clasificado de la segunda división. Al contrario: el Bochum ganó merecidamente.
Una vez más, el equipo de Sandro Wagner encajó un gol muy fácil tras un contraataque, unos diez segundos después de que Phillip Tietz desperdiciara una de las pocas ocasiones del Augsburgo en el otro lado del campo. Y lo que es peor: tras el descanso y con el marcador en contra, el partido siguió sin cambios, hasta que en los últimos diez minutos y tras una oportunidad de tiro libre por parte de Alexis Claude-Maurice, que entró demasiado tarde, llegó la reacción. Y, sin embargo, el Bochum debería haber marcado el 2-0 y decidido el partido antes.
El error de Wagner con Jakic
Se podría decir en favor del entrenador en prácticas y su equipo que el partido llegó en un mal momento, entre la debacle contra el Leipzig y el duelo con el BVB el viernes. Wagner tuvo que hacer cambios en la alineación, pero no dieron resultado. Además, desde hace semanas cree que es una buena idea colocar al rígido Kristijan Jakic como lateral derecho de la defensa de tres. Los rivales también lo consideran una buena idea y la aprovechan regularmente para marcar goles. En cualquier caso, Jakic se vio superado por el veloz Gerrit Holtmann, lo que en alemán se denomina un «mismatch».
El único que convenció fue el portero suplente Nediljko Labrovic, que aprovechó su oportunidad y limitó la derrota.
Por otro lado, hay preocupación por Chrislain Matsima, que tuvo que ser sustituido poco antes del final por molestias en el muslo. El miércoles por la mañana aún no se había emitido un diagnóstico. Es dudoso que el defensa central más sólido del FCA esté disponible el viernes por la noche. Las declaraciones de Wagner el martes ya sonaban mucho a palabras de ánimo.
Dijo que creía en los jugadores y en el equipo, que había visto cosas positivas y que él mismo no estaba inseguro. Esto debe demostrarse en el campo y en la clasificación. A la larga, en este negocio solo cuentan los resultados. Se le preguntó al director deportivo Benni Weber si había un plan de emergencia —con Wagner— en caso de que también se produjeran derrotas contra el BVB y una semana después contra el VfB Stuttgart. «Me parece difícil un plan de emergencia, porque el partido del viernes puede cambiar muchas cosas. El objetivo es volver a la senda del triunfo. No hay plan de emergencia, pero deberíamos tener un plan para Dortmund», respondió. Habrá que ver si Wagner opta por un enfoque diferente y pragmático contra el cuarto clasificado o si se mantiene fiel a su línea y a su camino.




