Los planes de la Liga española de jugar un partido en el extranjero han quedado descartados debido a la gran presión pública. La Serie A, por su parte, mantiene su partido en Australia, tal y como ha confirmado el presidente de la Serie A, Luigi De Siervo.
A Adrien Rabiot no le va a gustar oír esto. El francés, que juega en el AC Milan, es uno de los críticos del partido que la Serie A tiene previsto disputar el 8 de febrero de 2026 contra el Como Calcio en Perth, Australia. Sin embargo, la Serie A mantiene sus planes, independientemente de lo ocurrido en España.
Allí se vieron frustradas las esperanzas del presidente de la Liga, Javier Tebas, de poder disputar el partido entre el Villarreal CF y el FC Barcelona en Miami poco antes de Navidad. La oposición fue demasiado grande, por parte de los jugadores, los aficionados y los demás clubes de La Liga, que hablaron de distorsión de la competencia.
Para el presidente de la Serie A, Luigi De Siervo, no hay motivo para replantearse sus planes para febrero de 2026. «El caso de España es diferente, allí hubo conflictos internos. A pesar de la cancelación del partido entre el Villarreal y el FC Barcelona, la Serie A mantiene su intención de disputar próximamente un partido de liga en Australia», aclaró. «Ambos equipos, el Milan y el Como, han dado su consentimiento, al igual que los 20 clubes de la Serie A, a diferencia de España, donde se produjeron disputas internas».
¿Hoy el huevo o mañana la gallina?
De Siervo sabe que no todo el mundo está entusiasmado con los planes de jugar en el extranjero, pero no le preocupa demasiado. Rabiot ya lo había notado en una dura réplica del directivo. «Si le preguntas a un deportista si le gustaría pasar 20 horas en un avión para jugar un partido de fútbol de su liga, te dirá que es una locura. Si le pregunta a un entrenador que lucha por el Scudetto o por entrar en la Champions League, también se opondrá. Si se pregunta a la gente, nadie quiere renunciar a la posibilidad de ir al estadio». Sin embargo, para este hombre de 56 años, se trata más bien de «si queremos el huevo hoy o la gallina mañana. Quien desarrolla un producto deportivo debe pensar con cinco o diez años de antelación».
De Siervo volvió a referirse a la situación deportiva en Estados Unidos, por ejemplo, al primer partido de la NBA en Tokio en 1990 o a la NFL, que se trasladó por primera vez en 2005 y disputó un partido en Ciudad de México. Desde entonces, los profesionales del fútbol americano estadounidense viajan regularmente al extranjero; por cierto, en 2026 también irán por primera vez a Australia. «Hay que apuntar al objetivo más grande. Si queremos una liga internacional, debemos tener el valor de tomar decisiones impopulares que no se basen en escuchar los instintos de los aficionados o los jugadores, que tienen intereses a corto o medio plazo», opina De Siervo. Palabras que seguramente dejarán perplejos a todos los nostálgicos del fútbol.
Sin embargo, hay al menos un argumento que no se puede discutir. Del 6 al 22 de febrero se celebrarán los Juegos Olímpicos de Invierno en Milán y Cortina d’Ampezzo. Por lo tanto, habría sido imposible disputar el partido del Milan en su estadio Giuseppe Meazza.




