En la final de Viena contra Jannik Sinner, la estrella del tenis volvió a situarse entre los mejores del mundo y ganó confianza para el resto de la temporada.
Alexander Zverev volvió a sonreír rápidamente. La primera actuación de clase mundial en mucho tiempo le sentó muy bien al jugador de Hamburgo, a pesar de la ajustada derrota en tres sets en la final de Viena contra Jannik Sinner. «Poco a poco estamos encontrando el camino de vuelta al buen tenis. Ha sido una semana increíblemente positiva, aunque ahora hayamos perdido», dijo Zverev a su equipo durante la divertida ceremonia de entrega de premios.
«Los últimos meses no han sido fáciles en lo que respecta a mi físico», recordó Zverev, y destacó el «duro trabajo» necesario para recuperar su antigua fuerza. Luego bromeó con palabras malsonantes: «Jannik, nos estás tocando las narices a todos los jugadores. Relájate, sabemos que eres el mejor jugador del mundo. Déjanos ganar algo también».
Sinner, que había derrotado a Zverev por 3-6, 6-3 y 7-5 tras un partido de alto nivel, elogió al alemán después: «Ha sido un año muy difícil para ti. Pero cada semana juegas mejor y mejor. Te deseo lo mejor para el final de la temporada. El tenis te necesita, así que sigue jugando así», dijo el italiano, que celebró su 22.º título en Viena.
Zverev apenas había alcanzado su mejor nivel en los últimos meses y, además, el jugador de 28 años había sufrido repetidos problemas físicos. Sin embargo, sorprendentemente, se enfrentó al ganador de Wimbledon, Sinner, en la final de Viena en igualdad de condiciones y ganó mucha confianza para el resto de la temporada. Antes de las Finales ATP, que comienzan el 9 de noviembre, y de la ronda final de la Copa Davis con el equipo alemán, en la que Zverev también quiere participar, aún queda por disputar el Masters indoor de París Bercy (a partir del lunes). El número tres del mundo es el vigente campeón.
