Lennart Karl se ha convertido en el centro de atención tras su debut en la alineación titular de la Liga de Campeones, pero no ha sorprendido a su entrenador.
En casa, Lennart Karl tiene «una pared» donde cuelgan, por ejemplo, la camiseta de su debut profesional en el Mundial de Clubes o la de su primera participación en la Bundesliga. A partir de hoy, allí también habrá una bola de metal plateada, que el joven de 17 años del FC Bayern se ganó el miércoles por la noche como «jugador del partido» oficial en la victoria por 4-0 contra Brujas. Por cierto, en su debut como titular en la Liga de Campeones.
La «historia realmente loca» que Karl está escribiendo en Múnich no sorprende realmente a Christoph Freund. «Se ve todos los días en los entrenamientos», explica el director deportivo del Bayern. «Juega bien, es un futbolista realmente bueno y tiene un remate excepcional».
Los belgas ya lo notaron a los cuatro minutos, cuando el número 10 Karl recibió el balón en el centro del campo, se deshizo de cuatro rivales y marcó el 1-0 con un golazo desde 20 metros. O, en palabras del despreocupado adolescente: «Muy buen primer contacto, el disparo fue perfecto».
Karl es descarado y con los pies en la tierra al mismo tiempo, como demostró no solo con su valiente, entretenida y, sobre todo, buena actuación contra el Brujas, sino también con la forma en que se presentó después en la entrevista. Ante la cámara, el goleador alemán más joven de la historia de la Champions League dijo cosas muy adultas como «seguir trabajando duro».
Kompany y Freund se abrazaron
Más tarde, cuando DAZN y compañía ya no estaban mirando en la zona mixta y se formó un gran grupo alrededor de este joven, él se mantuvo fiel a su guion, que desde sus primeros pasos con los profesionales del Bayern suena casi como la letra de una canción de rap alemán: «No sé si ahora debo tener miedo de los rivales. No tengo por qué tener miedo de los rivales. Por eso voy a seguir haciendo lo mío».
En el FC Bayern sonríen constantemente cuando se menciona el nombre de Karl, y Lennart suele convertirse en «Lenny». El hecho de que Vincent Kompany, todo el equipo técnico y el director deportivo Freund se abrazaran al celebrar el primer gol lo dice todo. «Porque, a pesar de todo, para muchos fue una sorpresa que estuviera en el once inicial», dice Freund. «Para los entrenadores no, porque habíamos hablado antes y teníamos la sensación de que Lenny marcaría hoy su primer gol. Porque en los entrenamientos siempre remata muy bien».
Y cuando el equipo técnico le dijo a Lenny «que iba a marcar un gol, simplemente lo hice» . ¿Qué otra cosa podía hacer? «Los chicos lo respetan mucho porque es un buen futbolista», explica Freund con una sonrisa permanente. «Y luego marca un gol así… Es una historia preciosa».
Ahora hay que seguir «trabajando duro», porque un gol en la máxima categoría no es el final. «Trabaja con un gran entrenador que le mantendrá con los pies en el suelo», asegura su compañero de equipo Harry Kane, que incluso dedicó su obligatorio post de resumen en las redes sociales al «fantástico» Lenny. «Tiene muchas cualidades para convertirse en un gran jugador», opina Kane.
Entre ellas se encuentran la modestia («En mi opinión, es muy sensato, así que no hay nada de qué preocuparse», Manuel Neuer), pero también la audacia y la descaro que dan lugar a frases tan maravillosas e inusuales como «Hago lo mío» o «No tengo nada que temer».
Por cierto, Karl también se emocionó el miércoles, cuando sonó el himno de la Liga de Campeones y pudo tararearlo por primera vez en el campo. «Siempre lo había hecho como espectador», es decir, cuando veteranos como Sadio Mané o Matthijs de Ligt aún jugaban en el Bayern. «Por supuesto, es un sueño estar ahí abajo».
