Max Verstappen cree que sus posibilidades de ganar el título en 2025 han disminuido considerablemente tras perder la victoria en Singapur. El piloto de Red Bull explica qué fue lo que salió mal allí.
Max Verstappen ha admitido antes del Gran Premio de Estados Unidos en Austin que sus posibilidades de conseguir su quinto título mundial de Fórmula 1 en 2025 probablemente ya se vieron mermadas en Singapur. Según su propia valoración, Red Bull debería haber ganado allí para ejercer una presión seria sobre McLaren en la lucha por el título. Así, calcula que sus posibilidades de conseguir el título mundial son ahora solo del 50 %.
«Realmente deberíamos haber ganado en Singapur», afirma Verstappen en Austin. «Así no conseguiremos suficientes puntos. Ese fue el momento en el que perdimos la oportunidad de tener un duelo realmente emocionante».
Desde un punto de vista matemático, el holandés sigue estando al alcance: a seis carreras del final, le separan 63 puntos del líder del campeonato, Oscar Piastri. Pero Verstappen ve la realidad con objetividad. Para recuperar el retraso, tendría que sumar una media de más de diez puntos por fin de semana; la última vez, en Singapur, solo sumó seis con su segundo puesto.
«Por supuesto, fue positivo que quedáramos por delante de los dos McLaren, aunque el circuito no se adapta a nuestro coche», dice el piloto de 28 años. «Pero al final no fue suficiente». A la pregunta de si la victoria habría sido realmente decisiva, responde con claridad: «Sí, al cien por cien».
Red Bull fue demasiado conservador
Verstappen no niega que en Singapur se podría haber conseguido más. Tras la carrera, ya había insinuado que Red Bull no había aprovechado el fin de semana de forma óptima, una valoración que ahora confirma. El factor decisivo fue un cambio en la configuración antes de la clasificación, que no tuvo el efecto deseado, pero que ya no se podía revertir para la carrera.
«Simplemente fuimos demasiado conservadores», afirma. «En retrospectiva, habría sido mejor mantener la configuración original. Pero estas decisiones se toman en equipo, y en ese momento parecía la elección correcta».
La salida también contribuyó a que Verstappen no pudiera avanzar más. Poco antes del inicio de la carrera, una lluvia había dejado la pista parcialmente húmeda, por lo que Red Bull apostó por neumáticos blandos y una configuración de «bajo agarre». Pero cuando comenzó la carrera, el asfalto ya estaba seco.
Sin embargo, Verstappen no cree que se tratara de un error de cálculo: «En el interior había un 8 % menos de agarre, perdí directamente una longitud de coche», explica Verstappen. «Por eso salimos con esta configuración. De lo contrario, las ruedas habrían patinado demasiado».
Mirando hacia Austin, pero sin ilusiones
Verstappen espera un equilibrio de fuerzas diferente en Austin. Tras sus recientes mejores resultados en Monza, Bakú y Singapur, Red Bull parece haber comprendido mejor el RB21. Sin embargo, el campeón del mundo advierte: «No hay garantía de que seamos competitivos en todas partes».
Las curvas de velocidad media del Circuito de las Américas se consideran especialmente problemáticas: según Verstappen, McLaren ha sido especialmente fuerte allí últimamente. «En Singapur ya fue algo mejor, pero en estas curvas todavía nos falta algo. Tenemos que seguir trabajando en ello».
Lo positivo: Red Bull ha desarrollado entretanto una comprensión mucho mejor del coche, lo que podría ayudar durante el fin de semana de sprint en Texas. «Ahora sabemos con bastante exactitud lo que necesita el coche», afirma Verstappen. «Se trata más bien de sacar el máximo partido al fin de semana. Esa es la clave si queremos seguir quitándole puntos a McLaren».
A pesar de todos los contratiempos, Verstappen no quiere dar por perdida la lucha por el campeonato, pero sus palabras suenan más realistas que nunca. «Lo intentaremos», afirma. «Si dijera: «Olvídalo», entonces podría quedarme en casa. Pero, sinceramente, una victoria en Singapur lo habría cambiado todo».
