Ruben Amorim aún no ha logrado cambiar el rumbo del Manchester United. Sin embargo, el portugués no tiene por qué temer por su puesto: el jefe del club, Jim Ratcliffe, le ha prometido al entrenador que le dará tres años para demostrar su valía.
En noviembre de 2024, Ruben Amorim asumió el cargo de entrenador del Manchester United. Hasta ahora, los éxitos esperados no se han materializado: en su primera temporada, el portugués, fichado del Sporting de Lisboa, solo consiguió el puesto 15 en la Premier League con los Red Devils, el peor resultado desde 1973/74. Y ni siquiera los más de 200 millones de euros gastados este verano han conseguido que el United se sitúe de repente entre los mejores equipos. Solo ha conseguido tres victorias en siete partidos de liga y, en la Copa de la Liga, el equipo cayó en la tanda de penaltis ante el Grimsby Town, de cuarta división.
Ratcliffe advierte contra las reacciones precipitadas
A pesar de ello, el entrenador no tiene que temer por su puesto. El presidente del club, Jim Ratcliffe, dejó claro en un podcast de The Times que Amorim no será despedido tan rápidamente: «Ruben tiene que demostrar durante tres años que es un gran entrenador. Esa es mi opinión al respecto», afirmó Ratcliffe.
Un club como el Manchester United no se puede dirigir con reacciones precipitadas. El hombre de 72 años dice que a veces no entiende a la prensa: «Quieren tener éxito de la noche a la mañana. Creen que es como un interruptor de la luz. Pulsas un interruptor y al día siguiente todo es de color de rosa».
En lugar de despedir al entrenador por falta de resultados, Ratcliffe presenta un plan a largo plazo que suena bastante sencillo: «En mi opinión, el Manchester United se convertirá en el club de fútbol más rentable del mundo y, con ello, espero que se consiga un nivel alto, sostenible y duradero en el fútbol». Sin embargo, el pasado reciente del Manchester United ha demostrado sobradamente que el dinero por sí solo no siempre conduce a buenos resultados.
Ferguson es el ejemplo perfecto
No obstante, el enfoque del jefe del club para los Red Devils también supone una vuelta a los viejos tiempos: el legendario entrenador Alex Ferguson tampoco logró entrar en el top 10 de la liga inglesa en tres de sus primeras cuatro temporadas en Manchester. Además, el escocés tuvo que esperar hasta la cuarta temporada para celebrar su primer título. La historia demuestra, por tanto, que la paciencia con un entrenador puede dar sus frutos.
Solo queda por ver si el inquieto entorno del ManUnited estará dispuesto a esperar tres temporadas más para conseguir un título. En cualquier caso, Ratcliffe está seguro de que ni siquiera la familia Glazer, propietaria mayoritaria del club, exigirá el despido prematuro de Amorim: «Eso no va a pasar».
