El Olympique de Lyon ha evitado el descenso forzoso. Sin embargo, esto no significa que todos sus problemas hayan terminado. El club se enfrenta a un duro recorte, ya este verano.
El Olympique Lyon ha evitado el desastre total y seguirá jugando en la Ligue 1 en la temporada 2025/26. La exitosa apelación contra el descenso forzoso impuesto a finales de junio, que ha sido revocada este miércoles, supone un gran alivio para el club, que atraviesa graves problemas financieros y ahora podrá contar con los ingresos de la liga y de la Europa League para la próxima temporada.
Sin embargo, esto no es la solución a todos los problemas. La comisión de apelación solo ha concedido la permanencia en la liga al OL con la condición de que se limite considerablemente la cantidad prevista en el presupuesto que el club podrá destinar a salarios y fichajes la próxima temporada. La nueva directiva, formada por la presidenta Michele Kang y el director general Michael Gerlinger, deberá aplicar recortes radicales, sobre todo en la plantilla profesional, aunque Gerlinger subrayó el miércoles por la noche que «no se trata de una política de austeridad, sino de disciplina financiera».
La primera medida para aplicar esta política es la venta de jugadores. Ya antes de la primera audiencia en junio, la directiva del club presentó a la comisión una lista de jugadores que podrían venderse este verano y que podrían aportar unos 100 millones de euros a las arcas vacías. Entre ellos se encuentran veteranos como Nemanja Matic, Duje Caleta-Car y Jordan Veretout, pero también jugadores importantes como el gran talento Malick Fofana y el portero Lucas Perri.
El problema: todos los compradores potenciales conocen las dificultades del OL, por lo que la posición negociadora no es precisamente fuerte, aunque la permanencia en la Ligue 1 y la Europa League, gracias a los ingresos adicionales, alivian al menos en parte la necesidad acuciante de vender todo.
El delantero Georges Mikautadze y el centrocampista Thiago Almada no estaban en la lista de ventas, pero se dice que despiertan el interés de otros clubes, aunque el caso de Almada es complicado: el argentino estaba cedido oficialmente por el club brasileño Botafogo, otro club propiedad del accionista mayoritario del Lyon, John Textor, que ya ha dimitido. En principio, debía fichar definitivamente tras la cesión, pero los entresijos del universo futbolístico de Textor son difíciles de entender. El futuro de Almada, y la posibilidad de que el Lyon saque dinero por él, siguen sin estar claros.
A pesar de la venta masiva, el Lyon quiere «jugar en Europa»
A pesar de ello, según los medios franceses, el Lyon quiere recortar drásticamente los salarios de los jugadores. Si hace dos años el OL pagaba a sus jugadores alrededor de 160 millones de euros al año, la segunda cifra más alta de la Ligue 1, en el futuro solo se pagarán 60 millones de euros al año. El objetivo es establecer un tope salarial autoimpuesto: un jugador podrá ganar como máximo 200 000 euros brutos al mes, lo que prácticamente descarta nuevas incorporaciones de alto nivel. Al menos, los contratos de los dos jugadores mejor pagados, Alexandre Lacazette y Nicolas Tagliafico, han expirado y ambos abandonan el club.
Kang y Gerlinger tienen ahora la difícil tarea de construir un equipo competitivo a pesar de la venta inminente y de un nivel salarial significativamente más bajo, para que el descenso deportivo no se sume al descenso obligatorio. El propio Gerlinger se mostró combativo: «Queremos seguir jugando en Europa la próxima temporada».




