Con su típico estilo abierto y divertido, Randy Mamola cuenta anécdotas divertidas de su carrera en la categoría 500. ¡Mira aquí el vídeo completo!
Randy Mamola es una de las personalidades más brillantes que ha dado el Campeonato del Mundo de Motociclismo. En una nueva y entretenida entrevista en vídeo, el estadounidense habla con una mezcla de ironía, pasión y sorprendente profundidad sobre su carrera, la vida en el paddock y lo que significa convertirse en una leyenda sin haber ganado un título mundial.
Mamola fue cuatro veces subcampeón del mundo en la categoría de 500 cc, subió 57 veces al podio y pilotó para fabricantes como Suzuki, Yamaha, Honda y Cagiva. Refleja con franqueza que, a pesar de todo, nunca logró el gran triunfo.
«Lo di todo. A veces fue culpa mía, otras de otros, pero no cambiaría nada». El año 1984 fue especialmente amargo para él, ya que se perdió las dos primeras carreras debido a la retirada de Suzuki, pero luego quedó segundo en la clasificación general.
La entrevista se realizó en Le Mans, un lugar donde Mamola ya había competido 46 años antes contra grandes nombres como Barry Sheene y Kenny Roberts. «Era protegido de Kenny», cuenta Mamola, «y, sin embargo, se convirtió en mi mayor rival».
Con su franqueza habitual, Mamola también comparte los aspectos más extravagantes de la vida en MotoGP. Cuenta una anécdota de los años 80, cuando apareció completamente desnudo, vestido solo con un abrigo, en el pit lane para gastarle una broma a su amigo Eddie Lawson.
«Todavía nos reímos de eso», dice, y uno se lo cree enseguida. Porque el humor es una parte esencial de su personalidad: «Ya entonces era más un animador que un piloto, eso dicen muchos hoy en día, y quizá tengan razón».
Mamola también habla de rituales extraños. Le llamó especialmente la atención el comportamiento de Valentino Rossi antes de la salida: «Se tocaba las orejas, las rodillas, se tiraba de los calzoncillos y siempre se agarraba con fuerza al reposapiés. ¡Yo también lo hice después, solo para no caerme!».
Si Mamola siguiera siendo piloto hoy en día, sería el que lanzaría los guantes al público después de la carrera. O el que tomaría el micrófono en el karaoke de MotoGP para cantar Eminem o Sinatra. «Me encanta entretener a la gente. Por eso tengo tantos fans hasta hoy».
Una vida dedicada al deporte, un corazón para los fans y una sonrisa contagiosa: esta entrevista con Randy Mamola es más que una simple retrospectiva. Es un recordatorio de por qué nos encanta el motociclismo.
