El repunte de Williams confirma a Carlos Sainz en que tomó la decisión correcta al cambiar de equipo, y lo atribuye también a James Vowles
Carlos Sainz está poco a poco cogiendo impulso en Williams: tras un comienzo de temporada accidentado con su nuevo equipo, el español ha terminado por última vez en los puntos en Jeddah y Miami, dos veces consecutivas.
Una cosa está clara: Sainz no debe de arrepentirse de haber fichado por Grove tras su salida de Ferrari. Las otras dos alternativas serias para el piloto de 30 años el verano pasado eran Sauber y Alpine, es decir, los dos equipos que actualmente ocupan los dos últimos puestos del Mundial de Constructores, mientras que Williams es quinto.
Sin embargo, Sainz revela que el hecho de que finalmente haya apostado por el caballo ganador tiene mucho que ver con un hombre, o más bien con su capacidad de persuasión: el director del equipo, James Vowles. «Me prometió que el coche de este año sería una mejora con respecto al del año pasado, y hasta ahora ha cumplido su palabra», se alegra el español, «estamos avanzando en la dirección correcta».
Sainz sobre Vowles: «Por eso le apoyo».
En cualquier caso, mantiene una relación estrecha y activa con su nuevo jefe de equipo: «Hablo con él sobre lo que podemos hacer, cuánto CFD, cuánto túnel de viento. Lo que más valoro de James es su claridad: tiene un plan y se compromete al 100 % con él», elogia el español.
«Confía en su instinto, en su concepto, en su proyecto, y por eso le apoyo», afirma Sainz, que incluso va más allá: «Por eso me he decidido conscientemente por James como persona, pero también por el equipo Williams, porque veo allí un proyecto claro, con objetivos ambiciosos y una firme voluntad de alcanzarlos».
En cualquier caso, los últimos resultados son una confirmación para el nuevo fichaje: «Creo que si solo nos faltan tres décimas para la pole, es que estamos haciendo muchas cosas bien», afirma Sainz en referencia a Miami, aunque se esfuerza por relativizar: «Quizás se trate de una excepción, porque el circuito parece irle especialmente bien a nuestro coche: desde los primeros entrenamientos, el equilibrio era perfecto y el coche respondía muy bien».
Williams se lo juega «todo a una carta»
Sin embargo, esto no empaña en absoluto la impresión general positiva: «Cuando veo esas tres décimas que nos separan de la cabeza, naturalmente tengo ganas de seguir desarrollando este coche. Sé exactamente lo que necesita este coche, y en cuanto lo pongamos en el túnel de viento y abordemos las dos o tres áreas que le he indicado al equipo, quedará claro que aún hay mucho más potencial», afirma Sainz con gran entusiasmo.
Sin embargo, en Williams los recursos están claramente orientados hacia 2026, como ya ha dejado claro en varias ocasiones el director del equipo, Vowles, y eso también forma parte de su plan. Sainz admite que, por eso, a veces le pica la mano cuando ve el coche actual: «Creo que, si el equipo me dejara, podríamos dar un gran paso adelante en cuanto a calidad», aunque el piloto de 30 años sabe que eso probablemente no sucederá:
«El plan es el plan, así que no lo haremos. Nos centramos en el año que viene y lo apostamos todo a una carta», aclara Sainz, que, no obstante, se lo toma con calma: «Por supuesto que veo el potencial, aunque solo llevo seis carreras aquí y estamos a solo tres décimas de la pole. Pero ahora tenemos que mantener la calma y la concentración», apela, sobre todo a su propia paciencia…




