El hecho de que el Nottingham Forest se clasificara el domingo para la Copa de Europa pasó rápidamente a un segundo plano debido a una escena que tuvo lugar a continuación. ¿Fue un malentendido lo que lo desencadenó?
La tarde del domingo fue complicada en Nottingham. Con el empate 2-2 contra el Leicester City, ya descendido, el Forest se aseguró su participación en la Copa de Europa la próxima temporada. Al mismo tiempo, la pérdida de dos puntos que tenía asegurados supuso un duro revés en la lucha por un puesto en la Liga de Campeones. Pero pronto dejó de importar, porque Evangelos Marinakis volvió a tener una idea especial.
El apasionado propietario del club, responsable también del Olympiakos de El Pireo, saltó al césped y, visiblemente alterado, reprendió al entrenador del Forest, Nuno Espirito Santo, lo que, por supuesto, las cámaras de televisión captaron con deleite. El experto televisivo Gary Neville habló de un «escándalo» y recomendó a Espirito Santo que abandonara el club «porque no se lo merece».
Sin embargo, el portugués, artífice desde diciembre de 2023 del notable ascenso del Forest, que ha pasado de ser un recién ascendido a aspirante a la Liga de Campeones, prefirió restar importancia al incidente. «Por supuesto que estamos decepcionados y frustrados. Pero es gracias al propietario y a su pasión que estamos creciendo como club. Él es quien nos impulsa. Hoy, 30 000 personas han sentido lo mismo. Seguro que a muchos de ellos les hubiera gustado saltar al campo para darnos una paliza».
Marinakis habla de un «error de valoración del personal médico»
Al parecer, no se trataba en primer lugar de la victoria perdida, que hizo que el Nottingham cayera del sexto al séptimo puesto a dos jornadas del final, sino de una situación concreta en los últimos minutos: El exdelantero del Union Taiwo Awoniyi, que había entrado en el campo poco después del empate del Leicester (83′), se estrelló contra el poste cinco minutos más tarde al intentar alcanzar un balón, pero tras recibir asistencia médica indicó que podía seguir jugando.
Espirito Santo decidió entonces sustituir a Elliot Anderson en su quinto cambio, aunque pronto se hizo evidente que Awoniyi apenas podía correr. «Hubo un malentendido entre el cuerpo técnico y el equipo médico», admitió más tarde el entrenador, mientras que Marinakis declaró en un comunicado: «Todos, el cuerpo técnico, los jugadores, los aficionados y yo mismo, estábamos frustrados por la lesión de Taiwo y por la errónea valoración del personal médico sobre si Taiwo podía continuar jugando». Esta frustración, y por lo tanto también su propio comportamiento, era «totalmente natural» y solo una «demostración de la pasión que sentimos por nuestro club».
Al menos, Marinakis no se enfrenta a ninguna sanción esta vez. Esta temporada ya había recibido una prohibición de acceso al estadio durante cinco partidos por escupir al suelo en el túnel de vestuarios tras la derrota por 0-1 en casa ante el Fulham en septiembre, cuando el árbitro pasó junto a él.
