En la carrera por el campeonato italiano, el Nápoles se adelantó con una victoria contra el Lecce. El Inter se vio obligado a reaccionar y cumplió con su deber contra el Verona sin mucho brillo.
Simone Inzaghi cambió casi todo el equipo del Inter tras el 3-3 en la semifinal de la Liga de Campeones contra el FC Barcelona, a pesar de que el partido contra el Hellas era muy importante en la lucha por el campeonato italiano, ya que el Nápoles había ganado anteriormente en Lecce. Solo Bisseck seguía en el once inicial de la máxima competición europea.
El comienzo perfecto para el Inter
Pero incluso con el equipo B, el Inter tuvo un comienzo perfecto. Ya en el minuto 9, Asllani aprovechó un penalti por mano para adelantarse en el marcador. Después, apenas pasó nada. El equipo local se relajó con su ventaja y el Hellas Verona apenas se atrevió a salir de su propio campo a pesar del gol en contra. Solo hubo otra jugada destacable en la primera parte: poco antes del descanso, Asllani lanzó un disparo desde 20 metros que se fue por encima del larguero (44′). Así se llegó al descanso con el 1-0 en el marcador.
Poca acción en la segunda parte
La segunda parte fue tan tranquila como la primera. Apenas hubo ocasiones de gol, ya que el Hellas Verona se mostró muy temeroso y el Inter se conformó con su escasa ventaja. No fue hasta el minuto 65 cuando Duda disparó desde lejos y el balón se fue por encima del larguero, y poco después Suslov remató al lateral de la red (67′). Pero no hubo mucho más. Los milaneses mantuvieron con autoridad el 1-0 y recortaron así a tres puntos la distancia con el líder de la tabla, el Nápoles.
El Inter afronta el martes (21:00 h) el partido más importante de la temporada, la vuelta de las semifinales de la Champions League en casa contra el FC Barcelona. El Hellas Verona se enfrentará el domingo que viene en su estadio al Lecce.
