Desde octubre, un escándalo de apuestas sacude el fútbol turco. Ahora, la fiscalía de Estambul ha ordenado la detención de 29 jugadores y otras personas. Una vez más, la atención se centra en las apuestas ilegales y la manipulación de partidos.
El escándalo de las apuestas en el fútbol turco sigue creciendo. Según informó el viernes la fiscalía de Estambul, las autoridades turcas han ordenado la detención de otras 46 personas. Entre ellas se encuentran 29 profesionales, 27 de los cuales son sospechosos de haber apostado en partidos de su propio equipo. Además, se habría influido en varios partidos. La identidad de los jugadores sigue siendo en gran parte desconocida.
La fiscalía solo ha hecho público un nombre: Metehan Baltaci, del actual campeón, el Galatasaray de Estambul. El jugador de la selección turca juvenil ya había sido suspendido durante nueve meses en noviembre. Según la agencia estatal de noticias Anadolu, había admitido haber realizado una apuesta hace unos años «sin comprender realmente la magnitud del asunto». Ahora se espera su detención.
Según informó la fiscalía en X, también se verán afectados jugadores del Fenerbahçe, el mayor rival del Galatasaray. Así, se acusa al jugador del Fenerbahçe Mert Hakan Yandas de haber apostado a través de las cuentas de otros.
Hasta ahora se ha detenido a 35 de las 46 personas buscadas, según informaron las autoridades. También se está investigando a los presidentes de dos clubes que, al parecer, intentaron influir en un partido de la tercera división a su favor durante la temporada 2023/24.
Un escándalo de apuestas sacude Turquía desde octubre
Las investigaciones de la fiscalía de Estambul, que comenzaron en octubre, están sacudiendo actualmente el fútbol turco. Se sospecha que 152 árbitros han realizado apuestas, y el círculo de sospechosos se ha ampliado rápidamente a jugadores y directivos. A principios de noviembre se dictaron órdenes de detención contra seis árbitros y el presidente del Eyüpspor, Murat Özkaya, equipo de la primera división. Pocos días antes, la Federación Turca de Fútbol (TFF) había suspendido a 149 árbitros, así como a 25 profesionales de primera división y a casi 1000 jugadores más de las ligas 2, 3 y 4 por un periodo de hasta un año.

